miércoles, 30 de abril de 2014

De la abstención como protesta


…una propuesta de abstención como protesta activa debería explicar que su principal razón impulsora no es el rechazo a este o aquel partido político, sino el rechazo al actual sistema político, porque ofrece el caldo de cultivo adecuado para que el presente despotismo hay podido prosperar.
 

Ojalá nos equivoquemos y los partidos de corte progresista aparecidos en los últimos tiempos con el fin de concurrir a los próximos comicios europeos logren buenos resultados. Pero es difícil evitar el pesimismo. ¿Pueden cambiar por si solos la correlación de fuerzas responsables de las decisiones económicas y políticas tomadas durante esta crisis? Difícil, salvo que se produzca una participación alta que proporcione suficiente respaldo electoral a esas formaciones con mayor sensibilidad social a las presentes en el Parlamento europeo.

Aún así, hay que considerar que en la Europa actual los actores e instituciones que toman las decisiones en materia económica (BCE y Comisión Europea) no están sujetos a control democrático alguno. Algo con lo que tendrán que bregar los partidos de nueva factura si alcanzan con suficiencia los niveles de representación necesarios y que, además, revela la necesidad de cambiar los actuales mecanismos políticos si queremos alterar nuestro futuro. ¿Qué podemos hacer en este escenario inquietante?

José Manuel Naredo sugiere en su última reflexión promover una campaña basada en la abstención como protesta. El economista argumenta que una acción de esta índole contribuiría a socavar la credibilidad de las actuales estructuras políticas ayudando a la necesaria regeneración democrática. La abstención no sería un objetivo de fondo ni una estrategia sino una opción táctica adaptada al momento actual. Planteada así, la abstención actuaría como un acto de desobediencia civil consciente contra un sistema político inoperante para resolver los problemas de la gente. Pero conveniente para continuar promoviendo un despotismo democrático que solo beneficia a una minoría. Hace algunos años, hacíamos un elogio de la abstención. Argumentábamos que dado el escenario político lo revolucionario era mantener electoralmente una postura abstencionista como forma de denunciar un sistema político que se autodenomina democrático sin serlo en absoluto.

¿De qué forma esta campaña podría contribuir a deslegitimar el sistema? El profesor señala que a medida que avance esta propuesta abstencionista colaborará a generalizar entre el ciudadano un clima de sanción sobre el orden político actual, al tiempo que facilitaría el impulso de una robusta plataforma electoral de movimientos sociales que habría que construir con claros objetivos a defender. Un clima o estado de opinión que, a juicio de Naredo, aún no está lo suficientemente maduro y extendido entre el ciudadano pero que es condición necesaria alentarlo.

Por eso advierte de la esterilidad que supone entrar en el juego político de transformar movimientos sociales en partidos políticos, cuando los parlamentos actuales han demostrado su solvente capacidad para terminar deglutiéndolos entre sus engranajes de funcionamiento pseudodemocrático. Inmolación por un puñado de votos denomina Naredo a ese proceso que resta empuje y sobre todo activistas a la plataforma electoral de movimientos sociales capaz de concentrar el interés por acometer un saneamiento político generalizado.

En definitiva, el profesor nos advierte de que estamos inmersos en un periodo de cambio. Ya no son suficiente los cambios de gobernantes o la alternancia entre partidos políticos para construir un marco institucional que propicie el buen ejercicio político, la transparencia y la participación activa del ciudadano. Es el sistema mismo el que está en estado de zozobra. Ante esto, urge que la ciudadanía despierte y active su espíritu crítico. También que cultive las relaciones comunitarias y redescubra el interés por participar en los asuntos públicos que les conciernen. Solo de este modo se logrará profundizar en los actuales niveles de democracia, condición indispensable para alcanzar un progreso real.

domingo, 27 de abril de 2014

Elecciones al Parlamento Europeo. En campaña


En una economía bien dirigida, con un modelo energético sostenible, las Islas podrán salir adelante 
Carmelo Alonso. La apuesta renovable de CC generaría 150.000 empleos 

¡Ya está bien de austeridad! 

Las recientes declaraciones de los candidatos de CC al Parlamento Europeo, Javier Morales y Carmelo Afonso, sobre política económica y ambiental, son de una obviedad pasmosa. Pocos estarían en desacuerdo con ellos y muchos creerían en sus palabras si no fuera porque suponen una enorme contradicción con el modo de proceder de CC en las Islas.

Por un lado, los candidatos se han presentado ante su potencial electorado como adálides de las singularidades del Archipiélago en Europa. Una cantinela que suena a la que Rivero explotó en los 90 y que defendía que Canarias tenía que tener voz en Madrid para proteger sus intereses. Además, han dicho que pretenden trabajar por el fin de las políticas de austeridad, planteando la necesidad de recuperar la defensa del llamado estado del bienestar. Ahí es nada. ¿Se puede apostar por el fin de la austeridad como línea política de actuación en Europa, al mismo tiempo que se presume de cumplir con los objetivos de déficit planeados por el Gobierno Central, lo que no es más que la expresión objetiva de los planes de austeridad impuestos por Europa? Se puede decir pero supone una incoherencia evidente que pone en tela de juicio la credibilidad de los mensajes que lanza la formación nacionalista. De esta forma, nos encontramos con que los mismos que alardean del cumplimiento estricto del objetivo de déficit pactado por el Estado para 2013, los mismos que dan lecciones sobre las bondades para la economía local de alcanzar dicho objetivo, los mismos que han planteado una estrategia frente a la pobreza insuficiente y tarde, pretenden erigirse como censores de las políticas de austeridad impuestas por las instituciones europeas.

Como se sabe, de cara a los próximos comicios europeos, la formación nacionalista irá integrada en una Coalición de partidos (Coalición por Europa) en las que están CiU, PNV y CxG. Formaciones cuya trayectoria política en los años de crisis no destaca por posicionarse sin retóricas partidistas sobre la prioridad de rescatar a las personas frente a otro tipo de objetivos. Estos partidos han sido fieles seguidores de las políticas de austeridad que el gobierno central imponía en materia de recortes, privatizaciones, reducción de ingresos públicos o precarización laboral. Con estos compañeros de viaje resulta muy difícil que CC pueda ser defensora de nada que no sea más austeridad.

Por otro lado, los candidatos de CC pretenden abanderar en Europa la lucha contra las prospecciones y la defensa de un modelo energético sostenible en Canarias. Está claro que quieren explotar electoralmente su posición contra las prospecciones petrolíferas pero ¿Se puede defender otro modelo energético en las Islas sabiendo, como sabemos, que en las DOSE ese mismo partido entroniza la introducción del gas natural como fuente alternativa al petróleo para generar electricidad? Parece más sensato que CC se esfuerce en revelar a los canarios cómo pretende limitar el inadmisible monopolio que ostenta Unelco-Endesa en las Islas; cómo piensa reducir el enorme coste de generación eléctrica que lastra la economía del Archipiélago e investigar las razones que explican estos costes excesivos; hacer una apuesta clara por las energías limpias y evitar que la incompetencia del gobierno canario continúe desbaratando la tramitación de los concursos de asignación de potencia eólica; cómo van a limitar las puertas giratorias que muchos políticos canarios atraviesan para terminar en los Consejos de Administración de Unelco-Endesa….Más allá de promesas y declaraciones buenistas ¿Señores candidatos de CC al Parlamento europeo, cómo piensan hacer todo esto?

Los candidatos han declarado, además que se podrían generar 150.000 empleos en el sector de las renovables. Por supuesto, este sector es un filón para Canarias por sus más que evidentes potencialidades. Sin embargo, sería un enorme error que se lancen cifras sobre generación de empleo de forma alegre y con fines electorales, del mismo modo que se ha hecho de forma oportunista en otros proyectos. Para evitar frustar expectativas y con el fin de sacar a Canarias del marasmo económico y social en el que se encuentra, sería conveniente un debate pausado entre todos los grupos de interés (no solo políticos o empresariales sino también colectivos sociales y ciudadanos en general) que tenga por finalidad consensuar, planificar e impulsar de forma honesta una estrategia común dirigida hacia un cambio de modelo productivo basado en criterios sostenibles. Pero parece que con estos mimbres es muy difícil hacer un buen cesto.

viernes, 18 de abril de 2014

Demagogias frente a argumentos


Canarias es la segunda comunidad en desempleo detrás de Andalucía, con treinta y pico de paro. ¿Y todavía nos planteamos renunciar a un posible desarrollo económico en esa materia? 


¿Es noticia que con el 34% de desempleo Canarias decida renunciar a la búsqueda de petróleo? Lo que es noticia es que Canarias mantenga un 34% de desempleo siendo una potencia turística en España y en el mundo. ¿Qué pasa en las Islas para que mantengamos una tasa de paro muy superior a la media Española y Europea? ¿Qué es lo que no funciona correctamente en nuestra política y economía local cuando el Archipiélago se sitúa como la segunda región europea con mayor tasa de paro si exceptuamos a Ceuta y Melilla? ¿Cuál es la razón que explica que los políticos tiren de ideología y no de argumentos cuando se les pregunta por las principales problemáticas de esta tierra? La noticia está en el fracaso económico, político y social que han significado las medidas practicadas por el colectivo de políticos que, basándose en la alternancia, han gobernado esta comunidad desde hace 2 décadas. Esa y las consecuencias que ha acarreado una tasa de paro inadmisiblemente alta es la noticia y no otra.

Cardona (PP) en acción, esforzándose por argumentar. Canarias Ahora
Sin embargo, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, ha aprovechado el profundo deterioro del empleo para justificar, de forma muy poco convincente, que Canarias haga una apuesta decidida por el petróleo y las prospecciones. La RAE dice que cuando los políticos realizan concesiones y halagos a los sentimientos más elementales de los ciudadanos para tratar de conseguir o mantener el poder, la democracia degenera en demagogia. Y eso, demagogia barata y simple, es lo que ha hecho el Sr. Cardona uniéndose al coro de jaleadores del petróleo y las prospecciones que de un tiempo a esta parte pueblan la política, el mundo de la empresa y los medios de comunicación en las Islas.

Entre las razones que explican la pérdida de valor de la información periodística está el hecho de que los grandes medios de comunicación convencionales estén perdiendo credibilidad a marchas forzadas. Y esa pérdida de credibilidad está vinculada a la alta politización de esos medios, a la fuerte defensa que realizan de sus intereses corporativos y al olvido de las preocupaciones y problemas comunes del ciudadano de a pie. Las declaraciones de Cardona y su difusión mediática responden a este fenómeno. Se difunden unas declaraciones sin la menor base argumental que están lejos de resolver lo que realmente preocupa al ciudadano. La profesión periodística no debería contribuir a difundir declaraciones gratuitas de esta índole. Al menos debería exigir al protagonista, con las cuestiones pertinentes, una argumentación solvente que soporte dichas afirmaciones. ¿Dónde están los estudios que apoyan dicha afirmación Sr. Cardona? ¿Se basan en hechos contrastados o son pura invención?

Ya está bien de utilizar el mantra del desempleo para intentar defender medidas o políticas que de otra manera serían injustificables. El ciudadano ya conoce ese cuento repetido mil veces hasta la saciedad por parte de políticos y empresarios movidos por intereses personales o electoralistas. Existe contundente evidencia en Canarias y en el resto del mundo sobre la baja generación de empleo que producen grandes intervenciones en el entorno natural donde se desarrollan. Existen claros ejemplos donde se sobrevaloran las expectativas de generación de empleo de forma interesada. Se miente directamente al ciudadano, vendiendo de forma irresponsable e irrespetuosa que una determinada obra o política vaya a generar el empleo suficiente para terminar con todos los males de la comunidad. El puerto industrial de Granadilla es un claro ejemplo de este proceder basado en mentiras y razones de insoportable levedad a la que tan acostumbrados nos tienen el poder político y económico en el Archipiélago.

Lo peor de todo es que se miente con una impunidad total sin que se rectifique por dignidad política. Gente como esta son los que se permiten rechazar alegremente propuestas solventes y muy bien sostenidas argumentalmente sobre algunos de los problemas que azotan Canarias desde hace décadas. Políticos como estos, que trabajan para favorecer iniciativas que benefician a unos pocos, nos insultan cada vez que realizan este tipo de juicios. Personajes como estos muestran una deficiente catadura política para regir con responsabilidad los intereses de un colectivo. A esta gente hay que desalojarla de los centros de poder. Y cuanto antes.

miércoles, 16 de abril de 2014

Ocho puntos azules

 
Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez escuchaste, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. (…)
Nuestras posturas, nuestra imaginada importancia, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.
 

Una brisa suave y húmeda traslada los nimbos invisibles sobre las medianías de las Islas para chocar mansamente contra sus hitos geológicos más altos. Entonces las nubes aparecen, se acumulan y se depositan en las faldas más privilegiadas de las cumbres del norte del Archipiélago. Después de un tiempo lo que parecía ser sólido se disipa y en ese impasse han regado de humedad la campiña y han refrescado sus tierras. Muchos agradecen esa dinámica porque es fuente de vida.

Los vientos alisios que tocan Canarias se desplazan hacia el oeste soplando desde el noreste al suroeste en el hemisferio norte, al tenor que marca el movimiento de rotación del Planeta. Visto desde gran altura y con la suficiente visibilidad, el fenómeno se manifiesta mediante una tenue y fina estela de humedad que queda tras las Islas más occidentales en dirección suroeste. Con imaginación parecen en movimiento, surcando los mares azules en una cadencia común de complejo descifrado. Como si navegaran libremente llenas de vida frente a las costas del oeste africano, algunas veces sin novedad otras contra la implacable arena del desierto que parece devorarlas.

Y lo están porque el agua es vida y los alisios son una de las múltiples razones de la diferente climatología canaria, causante, a su vez, de su rica biodiversidad. Vistas desde las privilegiadas cotas captadas por el satélite MODIS de la NASA, las ínsulas quedan reducidas a ocho cromáticos puntos habitados. Ahí, en cada una de esas minúsculas rocas se encierran las sospechosas pretensiones de muchos de usar las Islas en beneficio propio. De resituar los límites de sus principales geografías para encajar las manifestaciones materiales de sus ambiciones más egoístas.

¡Y qué grandes nos parecen las enormes distancias que separan los hitos más significativos de sus cuatro parques naturales y qué imperceptibles se muestran desde semejante altitud! ¡Cuán majestuoso aparece el Padre Teide ante nuestros ojos, con sus sólidas y solemnes laderas y cómo queda reducido a un brevísimo cráter de imposible percepción!

Desde ahí arriba ¡Qué ridícula es la codicia de unos pocos que se consideran dueños y señores de estos territorios! ¡Qué injusto parece el propósito de aquéllos que a su lado quieren taladrar la corteza para buscar oro, interrumpiendo para siempre su parsimoniosa singladura! Eso somos, ocho insignificantes volcanes que no se volverán a repetir, con sus estelas de humedad más o menos intensas en mitad del Atlántico Norte. Merecemos cuidarlas mucho más y protegerlas de los indeseables que aprovechan su impunidad y su poder para hacer de ellas su patio trasero personal.