domingo, 12 de octubre de 2014

No es lugar para los ecologistas la prensa escrita


No recuerdo haber visto en la prensa escrita de los grandes medios de comunicación un artículo firmado por un ecologista que trate la problemática de las prospecciones en aguas cercanas a Canarias. En otro lugar y otro tiempo dijimos que los baluartes del ecologismo en Canarias no han gozado de las mismas plataformas de difusión y visibilidad mediática que poseen los patrocinadores de muchos proyectos de corte desarrollista, ya sean estos públicos o privados. Entristece ver que hoy día esto sigue cumpliéndose a raja tabla. Estos rotativos sí han hecho un esfuerzo en dotar sus publicaciones de secciones dedicadas a la naturaleza y ese ámbito que denominan lo verde. Sin embargo, creemos que son iniciativas vinculadas a crear conciencia sobre la problemática ambiental más que una herramienta dirigida a cuestionar y criticar las bases mismas del actual sistema económico capitalista.

Hacemos un esfuerzo de memoria pero no conseguimos acordarnos de ningún nombre, ninguna organización ecologista, ninguna reflexión en los principales rotativos del país que contenga la firma de un ecologista sobre este asunto. Es posible que estemos equivocados y exista alguno. Y mientras escribo estas líneas recuerdo que en el reportaje lanzado por El País, hace unas semanas, y que llevaba por nombre El petróleo de la discordia y las voces de la polémica, participaba una representante de WWF y Fernando Gómez Aguilera por parte de la Fundación César Manrique. Exista o no algún artículo, lo cierto es que las voces del colectivo ecologista escasean y mucho….o se silencian. Y esto es preocupante porque revela que los media de este país no han asumido que este colectivo debe tener un espacio donde divulgar su visión en aras de un periodismo plural, higiénico e independiente. Además, una visión ecológica de nuestra realidad es imperativa dada la situación climática presente.

Y sorprende no porque nos asombre el hecho de que la prensa escrita le haya declarado la guerra a los representantes del ecologismo, algo asumido desde hace ya mucho tiempo. Sorprende porque en muchos otros temas que aquejan a esta nuestra sociedad, se le da la oportunidad de expresar sus criterios a los profesionales directamente implicados. Pasa con la actual crisis del ébola donde los médicos tienen un púlpito mediático casi asegurado, como no podía ser de otra manera. Pasa también en la literatura donde la crisis de la novela es tratada por escritores. Sucede con el deporte, en donde muchos deportistas aportan sus opiniones cuando algún equipo de fútbol entra en crisis. Y ocurre con cualquier problemática vinculada a la crisis económica donde los economistas también tienen su lugar en la prensa de papel (si bien es verdad que los que pertenecen a un área idelógica concreta –Economía Ortodoxa– mucho más que otros).

Y creemos que ahí está la explicación del porqué de este fenómeno; en la prepotencia de una ideología concreta que es impulsada también por los medios de comunicación. En la medida que una visión ecológica de la realidad supone volver a vincular al ser humano a los ciclos vitales de la naturaleza, se logra con ello ejecutar una ruptura radical con el actual orden económico, social y político. El Ecologismo consigue poner en solfa el núcleo central a partir del cual se levanta todo el edificio del Capitalismo. Es un torpedo en su principal línea de flotación y también una alternativa viable. Nos interpela sobre si lo que hoy llamamos producción o crecimiento económico es realmente creación de riqueza como nos hacen creer, o bien tiene más que ver con mera extracción y adquisición de las fuentes primarias de riqueza que llevan a su inevitable agotamiento (Naredo. 2013). El Ecologismo es, ante todo, el cuestionamiento definitivo de uno de los dogmas básicos del sistema económico dominante, el que mantiene que los recursos y la energía existen en cantidad y calidad ilimitada.

Y esa crítica algunos medios escritos no la han asumido ni la quieren asumir porque son voceros, divulgadores y representantes de esa ideología dominante en la medida que se han transformado en empresas, multinacionales que persiguen el máximo beneficio más que en informar de una forma diversa. Una conducta que también explica, en parte, la profunda crisis de la prensa escrita frente al empuje de muchas publicaciones en internet, donde sí se pueden encontrar, de forma más frecuente, voces pertenecientes al mundo del ecologismo que denuncian el riesgo de las prospecciones frente a Canarias.

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