lunes, 29 de diciembre de 2014

Chahorra y regatones negros


Tuvimos que aprender y luego nos tocó tener que desaprender, porque lo que sabíamos iba contra lo que necesitábamos.
 
Rafael Chirbes. Los viejos amigos. 2003.

Subir al cielo no es como lo cuentan. Llego a Ucanca con una hora de retraso. El sol enciende Las Cañadas con esa luz delgada de tarde apacible que tiene la virtud de resaltar los colores que toca. El Teide, portentoso al final de la recta de las Siete Cañadas. Los barrancos que surcan sus faldas se funden a negro por las sombras de la deshora. Ellos le otorgan una personalidad robusta a pesar de su postración. El paisaje, tan presente como un hijo, enmarca lo que haces en la diáspora. Podría estar horas mirando los detalles del volcán progenitor para compensar las veces que lo echo de menos. Hacia Pico Viejo, aún a finales de agosto, sorprende un tapiz verde en las inmediaciones de su cráter, de bordes horizontales y mirando a la bóveda, azulísima. Allí me dirijo.

Una losa de lava cordada a la altura de los monumentales Roques de García inicia la senda. El lajial, opaco, permite intuir la espesura del fuego que se derramó en su momento, procedente de no se sabe bien qué boca eruptiva. Sobresalen pequeñas zonas abiertas en forma de jameos, así como grandes trenzados pandeados de textura rugosa. Es la incidencia del tiempo en el modelado del territorio. Ascender hacia Montaña Chahorra es emprender un viaje privilegiado por las últimas etapas eruptivas que tuvieron lugar en Las Cañadas.

En la ascensión topo con una de las seculares corrientes de lava desparramada desde el cono del Teide. Franquearla supone penetrar en su interior y superar un terreno repleto de negro picón que describe bien cómo tuvo que ser el origen de este mundo; fuego cristalizado en piedra. Desde el interior del gran regato, El Teide se achata y pierde altura, como si quisiera desaparecer y ceder protagonismo a Pico Viejo. Curioso efecto óptico hacia la cota dos mil quinientos. Superadas las paredes del torrente petrificado se intuyen más cerca los márgenes del fabuloso cráter de la mole que rivaliza con El Teide.

Cráter de Pico Viejo
Continúo en paralelo a la corriente negra inmovilizada por el tiempo hasta alcanzar un grupo de gigantes bombas volcánicas. Su envergadura da cuenta de la potencia del rugido volcánico. Un buen sitio para hacer vivac y sentirse protegido por estos monstruos reposados en la negrura de la noche. El camino prosigue entre el Lomo de los Cosetes y el Corredor de la Bola. Por ahí se abre paso un sendero sinuoso e inclinado a través de un áspero territorio compartido por las faldas del Teide y las de Chahorra.

Ya en la degollada de Pico Viejo urge la búsqueda de un lugar preciso para desplegar la estación nocturna. Un viento frío anticipa la cercanía de la noche. Hacia mi derecha, entre las serpenteantes coladas de piroclastos vertidas por el Teide sobre las faldas de su propio cono, alguien ha abierto un congelador. Por ahí se cuela con precisión el filo del viento del norte que obliga a seguir en movimiento para evitar sus cuchilladas. Luego, durante la noche, apaciguaría su ímpetu y daría tregua para arreborzarme en el saco y deleitarme observando los destellos que cruzaron la bóveda celeste.

Hacia el crepúsculo una bocanada de noche limpia llena mis pulmones. La aspiro con la necesidad de un yonqui y la guardo en mis adentros por unos segundos. Purificación de alta montaña. Sanación a tres mil metros, higiénica, sin aditivos ni colorantes. A mi izquierda la negra mole del cono del Teide recorta un firmamento moteado de estrellas que comienza a anunciar la vía láctea. Dentro del saco, casi sin ropa pero abrigado, tendré tiempo de admirar su secular movimiento en la duermevela de la madrugada. A mi derecha, muy alta, una luna comienza a crecer levemente. La estampa es formidable y mi sentimiento afortunado.

Antes de que el amanecer raye el horizonte, parto hacia El Llano, planicie geológica natural que a modo de gran púlpito permite observar la gran boca de Chahorra. El cráter, colosal y profundo hacia el sur, va quedando al descubierto con la amable luz del amanecer. Colores terrosos y sienas quedan exhibidos y grabados en mi mente. También sus abismos inquietantes, sus negros diques rotundos, sus ocres llanos en descenso, sus precipicios verticales. Calma infinita durante esas horas de la mañana en las que el sol despereza la superficie que toca.

Grandiosa la visión del resto de la Isla desde ahí. Más cerca que lejos el frondoso macizo de Teno, con su textura irregular y abrupta, con La Fortaleza asomando sobre todos los demás roques. A tiro de piedra La Gomera, tan chica y ahora tan grande ante mis ojos. Más allá, difuminada entre las nubes del alisio pero presente, El Hierro. Y también La Palma, ya inalcanzable, en forma de dos pechos de mujer guardando para sí el tesoro de la Caldera de Taburiente.

Miro al cielo y pienso que con un poco de esfuerzo y de puntillas sería capaz de tocarlo. Subir al cielo no es como lo cuentan, es mejor.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Crecimiento y bienestar, una relación sospechosa


…sorprende la poca atención que se presta en los debates públicos y los discursos políticos a la cuestión de si un mayor crecimiento económico aumenta realmente el bienestar. Es posible que el hecho de eludirla beneficie a quienes tienen intereses en el sistema dominante: si el crecimiento no aumenta el bienestar, no se podrán justificar muchas de las estructuras económicas sociales y políticas del capitalismo desarrollado.

Clive Hamilton. El fetiche del crecimiento. 2006

En su blog personal el Presidente del Gobierno de Canarias mantenía hace unas semanas que Canarias crece y crea empleo. Y no solo eso, argumentaba que su ejecutivo ha plantado cara a la crisis y ha hecho las cosas razonablemente bien. La reflexión (por llamarlo de alguna manera) no tiene desperdicio. Es una sucesión de indicadores exclusivamente económicos que demostrarían, presuntamente, que la economía canaria se recupera del marasmo en la que está inmersa. Si un extraterrestre leyera ese artículo concluiría automáticamente que el tejido económico canario se regenera, se repara y por tanto estaría saliendo de la ruina.

Un alegato difícil de creer aunque el dato de crecimiento del tercer trimestre de 2014 presente un aumento interanual del 1,9%. Si bien los presupuestos de 2015 contemplan una variación positiva del 2% del PIB, también confirman que la tasa de paro no será menor al 31,7%. ¿Cabe algún tipo de recuperación con esa tasa de desempleo? El discurso de que Canarias saldrá antes de esta debacle (que no solo es económica sino civilizatoria) que el resto de lugares de España, es una retahíla que estamos oyendo desde hace años. Tanto José Manuel Soria, como el propio Rivero, como otros actores políticos insulares, han tomado esta idea como un argumento con el que ilusionar a su electorado. Ya sabemos que la clase política es muy dada a repetir muchas veces una mentira creyendo que terminará transformándose en una verdad. Y sin embargo, los canarios no solo no sentimos esa salida de la crisis a la que alude el Presidente sino que no hay visos de que salgamos de ella en los próximos años, a pesar de la buena marcha del sector turístico.

¿Por qué entonces este optimismo del Presidente del Gobierno de Canarias? Al margen de que existe un evidente oportunismo político en presentar como positivo lo que es una ruina total; independientemente de cierta práctica entre nuestros políticos de divulgar cualquier mejora encontrada en indicadores económicos, por ínfima que sea esta, el problema de fondo está en asociar el progreso, el desarrollo o el bienestar, al exclusivo e incesante crecimiento de las principales magnitudes económicas. Un peligroso reduccionismo derivado de la aceptación acrítica de la corriente dominante de la Economía, la llamada teoría económica clásica o neoclásica que sitúa en el centro de su discurso la idea vital de crecimiento económico.

Hemos permitido que estos indicadores se conviertan en el instrumento fetiche de políticos, medios de comunicación o empresarios. Entre ellos destaca el uso del crecimiento del PIB como arma fundamental para medir la supuesta bonanza de una economía. Si este crece, todos contentos porque se vincula a buena gestión, a creación de empleo, a generación de riqueza y, por tanto, a desarrollo y a bienestar. Y sin embargo, el PIB es un indicador limitadísimo que deja fuera de su análisis importantes aspectos de la realidad que deben considerarse, si de lo que se trata es de ser honestos y divulgar una imagen equilibrada de la realidad. Entre esas deficiencias el PIB no contabiliza el deterioro ecológico y ambiental derivado de la propia actividad económica. También deja fuera de su análisis todas aquellas actividades que no pasan por el mercado al no estar valoradas monetariamente (trabajos domésticos, trabajos de cuidados, etc.). Además, no aporta información alguna sobre el grado de distribución del producto que se crea.

Y qué casualidad, en el ámbito de la desigualdad social Canarias ostenta niveles inadmisibles: las cinco personas más ricas del Archipiélago manejan en un año el 4,7% del PIB. El Archipiélago es la cuarta comunidad de España con mayor tasa de pobreza, un 28,4%. 47.000 hogares de las Islas no reciben ningún tipo de ingreso. El 39% de los canarios se encuentran en riesgo de exclusión. En el ámbito ambiental habría que destacar cómo las Administraciones canarias y agentes privados se saltan a la torera la amplia legislación existente al respecto, acortando parajes naturales para permitir el encaje de infraestructuras de alto impacto ecológico o demorando el derribo de muchos edificios e infraestructuras que inclumplen la normativa ambiental más básica. Por no hablar de la deficiente gestión que se hace en el Archipiélago respecto a los residuos producidos, los vertidos de aguas residuales o la contaminanción del aire en las principales zonas metropolitanas de las Islas. En el sector de los cuidados hay que recordar que Canarias fue una de las comunidades que peor aplicó la Ley de Dependencia. Que las Islas son la segunda comunidad autónoma donde más se redujo el número de trabajadores sociales, al tiempo que es la comunidad donde más se incrementó la demanda de Servicios sociales (87%).

En este contexto, hablar en Canarias de todo aquello que no sea de marasmo económico, social y ambiental es una broma de mal gusto, un engaño, una muestra de oportunismo político. Pero es, sobre todo, la constatación de que para valorar el estado de Canarias es preciso utilizar indicadores multidisciplinares, herramientas diversas entre las que el PIB y los indicadores económico sean solo uno más. De lo contrario solo percibiremos una imagen distorsionada de la realidad.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Desigualdad y exclusión, sin lugar en la agenda política canaria


…en una sociedad marcada por el desempleo y la precariedad laboral, no existe una inversión proporcional en formación profesional y laboral. 


A la luz del VII Informe sobre exclusión y desarrollo social en Canarias, elaborado por la Fundación FOESSA, donde se indica que la crisis ha dejado más de 600.000 personas en situación de absoluta precariedad en las Islas, de las cuales unas 230.000 personas estarían en situación de exclusión social severa, no vamos a repetir eso de que Canarias es, desde el punto de vista social, un gran fracaso. Tampoco vamos a repetir la idea de que la desigualdad es una de las peores lacras que puede azotar a una comunidad (en Canarias, en el periodo 2008- 12 la desigualdad ha crecido un 11% según el informe). Ni siquiera vamos a comentar que semejantes niveles de exclusión social detectados son una bomba de relojería, que terminará por implosionar de un momento a otro y en cuanto las redes de apoyo familiar también revienten (en el periodo 2007 – 13 el riesgo de exclusión social de la población en las Islas asciende al 28,5% según la Fundación).

Y no vamos a mencionar nada de esto porque es una obviedad que salta a la vista, esta crisis se está cebando con las capas más vulnerables de nuestro Archipiélago. Y también es muy cierto que muchos todos aquellos que tenían un empleo, digamos que decente durante la mal llamada década prodigiosa (1996 – 2007), han pasado a engrosar las listas del desempleo. Porque en esta crisis todos menos los que están en la cumbre de la escala social se han visto seriamente perjudicados por el devenir económico y social. Una evolución económico – social muy vinculada a un capitalismo local caracterizado por unos sectores del turismo y de la construcción concentrados en pocas manos y de cuya actividad han resultado impactos relevantes desde el punto de vista medioambiental. Si a eso unimos un caciquismo particular que ha sabido orientar a su favor decisiones políticas de calado, tenemos un caldo de cultivo propiciador de esos inaceptables indicadores de desigualdad y exclusión social.

El Roto
El informe es demoledor y es una herramienta que sirve para mesurar la incompetencia de nuestras autoridades políticas regionales a la hora de resolver problemáticas en los ámbitos del empleo, del consumo, de la política, de la educación, de la vivienda o del aislamiento social. Según el informe todos los indicadores que inciden directamente en la exclusión y la desigualdad en el Archipiélago lo hacen en mucha mayor medida de lo detectado en el resto del territorio nacional. Esto no sorprende porque la desigualdad y la exclusión se atacan en los periodos de bonanza. Y en ese periodo en Canarias se hizo oídos sordos a unos indicadores sociales que tras el boato y la fanfarria del crecimiento a espuertas, crecían sigilosa y corrosivamente.

En el debate sobre la desigualdad y la exclusión social sería interesante conocer si a nuestros políticos autonómicos les llegan este tipo de documentos, utilísimos porque aportan una visión social muy necesaria a su cerrado espectro economicista. A este respecto resulta esclarecedor lo que el actual Presidente del Gobierno de Canarias decía hace ya algunos meses en relación a la desigualdad: Que la pobreza haya aumentado en las Islas en un 21% es un mal dato que tiene mucho que ver con estar doce puntos más lejos de la convergencia con el resto del Estado (…) A la vista está, estamos cada vez más lejos de la igualdad de oportunidades que los canarios merecemos; y no por errores de los distintos gobiernos de Canarias, que han multiplicado esfuerzos a pesar del estrecho margen presupuestario, sino por la ausencia de una verdadera política de Estado con el territorio más alejado y frágil.

No sé si esos esfuerzos a los que hacía alusión el Presidente se refieren a la peor aplicación de la Ley de la Dependencia del Estado español, al desarrollo nefasto de la Prestación Canaria de Inserción o a que aún hoy existan decenas de personas sin tener acceso a la sanidad pública canaria, por poner claros ejemplos que inciden en los indicadores de desigualdad y exclusión social. Cuando un gobierno no admite o no es consciente de los problemas que tiene en su sociedad, tirando balones fuera y sin autocrítica, no puede aplicar medidas correctoras. Y es que la lucha contra la desigualdad y la exclusión nunca ha formado parte de la agenda política del Gobierno regional. Esa es la triste realidad y de ahí vienen los resultados.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Arquitecturas del tráfico en Canarias.


Gregorio Guadalupe (Viceconsejero de Infraestructuras del Gobierno canario) dejó claro que estas nuevas carreteras serán las últimas que se construyan y que luego debe apostarse por el transporte público. Diario de Avisos. 13.11.2003. 

Esta ampliación de las autopistas será la última, y llegará el día en que el esfuerzo será mantener las carreteras, no hacer nuevas. Ricardo Melchior. Diario de Avisos. 28.09.09. 

Debemos empezar a pensar en términos del abandono de todos los planes ingenieriles para acomodar un tráfico creciente. En lugar de ello, debemos empezar a concebir planes para contenerlo. E. J. Mishan. Los costes del desarrollo económico. 1967. 

En octubre del año 92 desembarcó en Tenerife la cadena de hipermercados Alcampo. Sus primeras instalaciones se situaron en La Laguna, a la altura de la salida de Las Chumberas de la Autopista Norte TF-5. Con posterioridad, en el 96 se inauguró la autovía TF-2 que enlazaba Las Chumberas con Santa María del Mar. La infraestructura, vendida como una moderna vía que permitiría enlazar la Autopista Norte con la Sur TF-1 en menor tiempo, permitió la revalorización de terrenos en los barrios de Las Chumberas, Los Andenes, El Sobradillo, Tincer o Barranco Grande. A lo largo de su trazado se construyeron desde los primeros años noventa diferentes centros deportivos, promociones inmobiliarias varias, otras grandes superficies comerciales y se diseñaron más centros de ocio y esparcimiento. Con el paso del tiempo, toda esa área se constituyó en una zona comercial, de ocio y residencial segregada del casco histórico de La Laguna que tuvo en el Parque Comercial de Guajara su principal foco de atracción.

La operación, perfectamente orquestada desde el Plan Insular de Ordenación y por tanto con la implicación política correspondiente, obviaba por completo los perversos efectos que provoca la segregación espacial de usos urbanísticos. Al aislar espacios residenciales, de ocio y/o comerciales de los núcleos principales de la ciudad (máxime cuando todos esos usos se zonifican en espacios muy concretos evitando la mezcla de funciones urbanísticas), además de extender sus límites con criterios especulativos, se contribuía a estimular el uso del vehículo privado. Sobre todo, cuando dicha planificación, en la línea de la práctica urbanística de la zonificación americana, se efectuaba, como entonces ocurrió, en ausencia de criterios que amortiguaran el tráfico privado que iba a inducir la operación.

Instalaciones de Alcampo en La Laguna. Fotos aéreas de Canarias.
En su diseño, ni se plantearon criterios de reducción de velocidad de vehículos, de ruidos, de contaminación o de ocupación de espacio por vías destinadas al transporte motorizado. Tampoco se impulsaron otros modos de transporte colectivos como alternativa al vehículo privado. Muy al contrario, se suministraron extensas zonas de aparcamiento destinadas a albergar el ingente flujo de vehículos que atraería la operación, y la TF-2 fue catalogada como autovía a pesar de su sinuoso trazado. Entonces, todo quedó cuidadosamente ideado para extender un modelo comercial y de ocio individualista, inextricablemente vinculado al uso masivo del vehículo privado. Los poderes locales se encargaron de identificar este modelo con bienestar y progreso. Acaso por ingresar con demora en esa cultura del hiper, dominante en otras geografías del mundo desarrollado, acaso por la ausencia de una crítica social potente que la cuestionara, el procedimiento se operó con éxito, replicándose en otras zonas de la Isla.

Decíamos que todo quedó trazado salvo los accesos a dicha área que pronto quedaron colapsados. La capacidad de atracción de la zona superó todas las expectativas y ese efecto llamada provocó problemas de retención en el acceso de Las Chumberas existente por aquel entonces. Consecuencia normal cuando se concentran en un lugar grandes áreas que aglutinan gran dosis de actividad económica y ciudadana, no correspondida por una dotación de vías de entrada y salida con suficiente capacidad en amplitud y modos de transporte alternativo. A finales de los noventa se inició la remodelación de ese acceso. La obra, enmarcada en la reforma general de la Autopista del Norte TF-5, buscaba mejorar la accesibilidad en toda la conexión de Las Chumberas, así como separar el tráfico de unión de la TF-5 con la TF-2. La obra terminó de gestarse alrededor del año 2002.

Como era de esperar la zona siguió creciendo en equipamientos comerciales y de ocio hasta bien entrado el presente siglo. Pues bien, ahora, según el Consejero Insular de Carreteras, José Luis Delgado, Tenerife tiene un problema (otro) en algunos de los enlaces de entrada y salida a la TF-5. Los enlaces problemáticos son los situados entre Guamasa y el Hospital Universitario de Canarias, entre los que se encuentra la citada conexión de Las Chumberas que da acceso al Parque Comercial de Guajara. El Consejero dice que muchos de estos enlaces provocan retenciones que habría que solucionar mediante su reordenación. Terrible vocablo puesto que a buen seguro no supondrá solo una recolocación del flujo del tráfico circulante conforme a un plan, que es lo que invita a pensar el término. Tras este eufemismo se oculta la verdadera intención; proporcionar nuevas infraestructuras viales ahondando en un modelo económico superado, el basado en el trinomio infraestructuras - especulación - construcción. El documento vertebrador de la intervención estaría aún en gestación, pero ya se avanza que se pretende duplicar el carril de entrada hacia la zona del Parque Comercial de Guajara o enlazar directamente la Vía de Ronda con la TF-2.

No negamos que exista un problema de retenciones en los enlaces a la TF-5. Lo que mantenemos es que es consecuencia de una política de movilidad perversa que ha perseguido, desde siempre, solucionar la problemática del tráfico en las Islas, y en concreto en Tenerife, desde la perspectiva de la oferta. Esto es, se procuran nuevas vías, se duplican carriles, se crean nuevas áreas de servicio, se construyen pasos elevados, se proyectan rotondas cada vez más gigantes, etc., sin que estas presuntas soluciones minoren realmente las retenciones y la ubicuidad del automóvil.

TF-5 y Conexión con la Vía de Ronda. Fotos aéreas de Canarias.
En el año 2002, el entonces Viceconsejero de Infraestructuras del Gobierno de Canarias, Gregorio Guadalupe, parecía reconocer el error de creer en un urbanismo de carreteras. Una autocrítica que el paso del tiempo y los hechos se han ocupado de desmentir. Canarias hace tiempo que abrazó el obsoleto paradigma de la arquitectura del tráfico de Collin Buchanan. El paradigma data de los años sesenta y rezaba algo así como que si una ciudad no sirve para el automóvil hay que acondicionarla para acoger su incremento previsto. En Canarias la ciudad es todo el territorio, que se acomoda a discreción por y para la expansión del vehículo privado. Solución tecnocrática, fácil, que no tiene en cuenta el escenario donde se aplica, en una suerte de receta milagrosa.

En pocas palabras, en las Islas se continúa ofertando más infraestructuras que pretenden contener en vano un parque de vehículos en crecimiento al que nadie osa enfrentarse poniéndole coto. Lo que parece recomendable en un territorio limitado como el de nuestro Archipiélago. Porque las infraestructuras viales están lejos de ser neutrales. Su suministro crea mayor demanda de uso por las nuevas opciones que abren, sobre todo en una sociedad donde el uso del automóvil es preponderante. Además, abonan el terreno para continuar optando en el futuro por este tipo de soluciones, basadas en dotar más infraestructuras a un territorio ya saturado de ellas. Esta forma de proceder revela una planificación de la movilidad a espaldas del territorio y de lo ecológico. Nada nuevo a pesar de que nos vendan estas intervenciones con el marchamo de la modernidad y la sostenibilidad.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Recorte interesado de la normativa ambiental en Canarias


En cierta ocasión, allá por finales de los 90, escuché que la Administración Pública canaria era el mayor delincuente medioambiental. Entonces no me lo creí. Cómo es posible que la Administración cometa delitos ambientales si está ahí para garantizar el interés general de todos, pensé ingenuo. Los siguientes episodios regionales demuestran que esa afirmación es cierta:

Ecologistas en Acción
1. Frente a las islas orientales se ubica el Lugar de Interés Comunitario (LIC), Espacio marino del oriente y sur de Lanzarote y Fuerteventura. Este espacio alberga importantes poblaciones de sebadal que están en franca regresión. El Ministerio de Medio Ambiente ha propuesto recortar el área de protección de este LIC. El objetivo es que los sondeos exploratorios de Repsol no se topen con objeciones legales de tipo medioambiental. Pues bien, el Gobierno de Canarias ha denunciado la zonificación efectuada por el ministerio por considerarla inadecuada, pero ha propuesto la suya propia que salvaguarda las infraestructuras litorales que el Ejecutivo tiene previstas para la zona. Con su discurso ecologista el Ejecutivo autonómico azota el proceder del Gobierno Central en relación a las prospecciones, pero aprovecha para que sus intereses económicos no se vean interrumpidos. Una doble moral que no nos extraña si consideramos que al frente de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial está Domingo Berriel, el hombre duplicado; capaz de declarar que hoy día los movimientos ecologistas han perdido su función y, al mismo tiempo, asistir en Madrid a las movilizaciones contra los actuales sondeos petrolíferos.

2. El recorte a discreción de la legislación ambiental en Canarias para permitir infraestructuras invasivas y de gran impacto territorial no es una práctica nueva. Además, permite resolver intereses económicos de ciertos actores (adjudicación de contratos, captación de rentas, influencia en la planificación urbanística, aprovechamientos urbanísticos, etc). La ley 2/2000 de 17 de julio, aprobada por el Cabildo Insular de Tenerife permitió modificar, en su sector Norte, los límites de la Reserva Natural Especial del Chinyero. El recorte, de unas 63 hectáreas, permitió encajar el tramo norte del Anillo Insular que discurre por los municipios de Icod de Los vinos y El Tanque. La Reserva del Chinyero es un área que alberga coladas recientes que constituyen una muestra representativa y de gran valor ecológico del volcanismo histórico de Canarias y sus ecosistemas. La infraestructura ha sido vendida por sus promotores como paradigma del respeto hacia el territorio que la alberga, aunque las instituciones políticas desdeñaran las alegaciones al proyecto efectuadas por diferentes colectivos ecologistas. Nuevamente el menoscabo de las leyes es patente y el medio natural el principal damnificado.

3. Pero hay más. En mayo de 2010, el Pleno del Parlamento de Canarias aprobó la Ley del Catálogo Canario de Especies Protegidas con los votos a favor de CC - PP y el voto en contra del PSOE. El nuevo catálogo se tramitó sin la participación pública y científica que requieren este tipo de procesos y con la declamación altisonante del PSOE que la derogaría cuando accediera al poder. Algo que por supuesto no se ha producido en los más de 3 años que comparten ejecutivo con CC. La propia Comisión Europea ya advirtió que dicho catálogo vulnera lo dispuesto en la directiva europea sobre hábitats y, por tanto, debía ser modificado. Hasta la fecha tampoco se ha producido modificación alguna. ¿Qué se consiguió con ello? Dar vía libre al inicio de la construcción de un puerto industrial en el litoral de Granadilla. Una infraestructura que había sido paralizada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, por su afección directa sobre especies y hábitats considerados amenazados por el anterior Catálogo. Las trampas legales, auspiciadas por las formaciones políticas mayoritarias, posibilitan profundizar en el deterioro ambiental de las Islas y satisfacer los intereses económicos antes mencionados.

El Día
4. En Lanzarote hay una buena colección de infraestructuras hoteleras que son ilegales y sobre las que pesan diferentes procesos de demolición. Sus licencias para operar fueron anuladas por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias por violar la legislación urbanística. Pero ahí siguen, tan firmes como los principales hitos naturales de las Islas, a pesar de que agrupan un buen muestrario de ilegalidades como invadir dominio público, exceder criterios de edificabilidad, superar el número de camas permitidas por el planeamiento, etc. Pues bien, el Gobierno de Canarias por medio del anteproyecto de Ley de medidas tributarias, administrativas y sociales, estaría preparando una ley que para algunos permitirá situar dentro de la legalidad a buena parte de esos establecimientos hoteleros. El elemento que lo permitiría es el aumento de edificabilidad (del 50% al 100%) que contempla el anteproyecto, al que se podrán acoger aquellos hoteles que pretendan mejorar y rehabilitar sus zonas comunes sin aumentar el número de camas.

Estos son solo algunos ejemplos recientes de cómo se enmienda la legislación ambiental y/o urbanística vigente en Canarias, legalizando determinadas infraestructuras que, de otro modo, no podrían hacerse realidad. Las conclusiones son muy claras:

• Se recorta, altera o modifica a discreción la legislación ambiental y/o urbanística para permitir infraestructuras invasivas y de gran impacto ambiental en el territorio.
• Esos cambios se efectúan con relativa facilidad y con la connivencia de casi todos los grupos políticos mayoritarios en las instituciones políticas.
• Ello apuntaría a la existencia de un poder económico en la sombra que sería el beneficiario de esas modificaciones normativas. Por tanto, cabe pensar que participan de alguna manera en esa toma de decisiones, generando un perjuicio para el bienestar ambiental y material del resto de la población.
• Sorprende que reiteradamente se demande por parte de los representantes de ese poder económico, aligerar y simplificar dicha legislación porque es extensa, compleja y engorrosa. En realidad lo que haría falta es fortalecer a quienes deben hacerla cumplir escrupulosamente.
• Ante esa facilidad para recortarla, alterarla o modificarla no es necesario que estos actores económicos se rasguen las vestiduras en público por la presunta complejidad de dicha legislación. Ya está bien de tanto cinismo.
• Se da carta de naturaleza a un modelo económico que contempla una visión patrimonial del medio ambiente. El territorio me pertenece y hago lo que más me interesa con él; algo así deben pensar quienes toman estas decisiones.
• Se produce una patente pérdida del control jurídico de determinadas intervenciones en el territorio al legalizar lo que es ilegal desde el ámbito político.
• Las instituciones políticas hacen caso omiso a las alegaciones y argumentos efectuados por colectivos sociales que se oponen a intervenciones en el territorio de esta naturaleza. Se produce un desprecio evidente y antidemocrático por parte de esas instituciones hacia la participación ciudadana.
• Cualquier discurso ecologista o apelación a la participación ciudadana que provenga del Ejecutivo autonómico canario, no es más que burda retórica que queda desmentida por hechos como los relatados aquí.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Del referéndum a la encuesta: una consulta demediada


No se puede justificar una negativa a las extracciones en casa mientras consumimos la que se extrae en otros sitios.

El tiempo de organizar una consulta que muestre el rechazo de la población canaria a los trabajos exploratorios de Repsol ha pasado. Y el resultado obtenido en caso de que se celebre, irrelevante. Es triste pero es la realidad. Este texto no pretende reprochar nada. Solo es una reflexión al calor de la problemática de las inminentes perforaciones de Repsol en aguas frente a Canarias. Una vez superada por parte de la multinacional la evaluación de impacto ambiental otorgada mediante resolución favorable por el Ministerio de Medio Ambiente; una vez que el Tribunal Supremo ha proporcionado su aval a los sondeos rechazando las quejas y protestas presentadas por las instituciones canarias y los colectivos ecologistas; una vez que la Comisión Europea no ha detectado razones de peso para detenerlas (a falta de que Bruselas revise los informes que advierten de la utilización de controvertidos estándares de riesgo en el estudio de impacto ambiental de Repsol), parece que lo más urgente es tratar de demorar la celebración de los trabajos exploratorios in situ, a tenor de que jurídica o legalmente será complicado paralizarlos, al menos a corto plazo. Ojalá nos equivoquemos.

Uno de los riesgos más comunes que existen cuando se permite que un partido político lidere una iniciativa ciudadana tan importante, como es la consulta sobre las prospecciones, es que lo prometido por esa formación termine por decepcionar a quienes confiaron en el buen hacer de las acciones del Ejecutivo. Otro es que el partido político en cuestión imponga sus tiempos y formas en el proceso. Tiempos y formas que son específicos del ámbito de la política institucionalizada, muy vinculados a servidumbres electorales, a obligaciones partidistas internas, en definitiva, a bajezas propias de un ámbito en el que muchas veces solo se persigue defender estratégicamente una pose política más que hacer realidad la propia iniciativa. Estas características de la política institucionalizada son, en realidad, difíciles de manejar para agentes que están al margen de este ámbito y solo les mueve el altruismo y la buena voluntad de denunciar injusticias para revertirlas.

Buque perforador de Repsol y el de la Aramada que lo protege. Greenpeace.
Otro peligro es que, como resultado de ese dejar en manos de políticos profesionales o llevar junto a ellos lo que debería ser iniciativa ineludible de los movimientos sociales, es que se termine por pillar con el paso cambiado a estos últimos cuando el partido político en cuestión abandona o tira la toalla. La consecuencia es que puede desactivarse parcialmente la crítica social, se anula la movilización ciudadana, se neutralizan sus demandas y puede quedar en entredicho la independencia de los movimientos sociales. Un valor fundamental que es el verdadero motor de todo lo anterior. Nunca sabremos qué hubiese ocurrido si la consulta hubiese sido impulsada por los movimientos antipetroleros desde el principio, y mucho tiempo antes de anunciarla el Ejecutivo. Las rotundas movilizaciones que han acreditado suficientemente la oposición ciudadana a los sondeos lo avalaban. Los movimientos sociales deben ir siempre un paso por delante de las instituciones políticas.

Aunque hablar de esto a toro pasado es fácil, parece que algo de todo ello ha ocurrido en relación a la consulta sobre los sondeos exploratorios, o al menos, eso se percibe desde fuera, una vez conocido que el Ejecutivo canario abandona la celebración de la consulta tras conocer que el pleno del Tribunal Constitucional (TC) la ha suspendido por unanimidad. Hace unos meses, el Gobierno de Canarias, anunciaba, ufano, un referéndum sobre este tema. Iniciativa que finalmente ha quedado demediada y transformada en una insultante encuesta que presuntamente sondeará la opinión de la ciudadanía canaria sobre el asunto. A pocos nos sorprende este resultado si tenemos en cuenta que Coalición Canaria tiene un largo historial de desprecio hacia las opiniones de colectivos sociales y ciudadanos en general, sobre todo las que denuncian el deterioro del medio natural. De ahí proviene su falta de arrestos políticos suficientes para continuar con el proceso. Invocar la participación popular para justificar la consulta es obviar que la intervención de los ciudadanos y sus organizaciones en los asuntos públicos va más allá de asuntos puntuales, es algo que debe acompañar a la acción de gobierno de acuerdo con nuestro marco legal (Villalba de ATAN dixit).

Según el Ejecutivo esta encuesta no sustituye a la consulta propiamente. En teoría ésta se convocará cuando el TC la avale, algo que es difícil que ocurra visto lo ocurrido en Cataluña. Mientras tanto, Repsol, procederá a ejecutar los sondeos, previstos para próximas fechas. En caso de que los movimientos sociales hubiesen liderado la iniciativa y con los resultados de la consulta en la mano ¿Hubiesen ganado en efectividad las movilizaciones contra el petróleo? ¿Se hubiese podido presionar con mayor fuerza y razón al Gobierno Central? ¿Quién hubiese marcado la agenda de quién? ¿Se hubiese podido presionar al gobierno autonómico para eliminar de las DOSE la presencia del gas y exigirles de paso otro modelo económico para las Islas?. Nada bueno podía salir de la colaboración con un Ejecutivo que ha hecho de la destrucción del territorio y el medio ambiente su bandera durante más de dos décadas. El último episodio de las agresiones del Ejecutivo autonómico es que el Gobierno canario propone recortar el LIC marino frente a Fuerteventura y Lanzarote. Con ello liberaría el camino a infraestructuras previstas en el litoral de esas Islas.

Desconocemos si el movimiento antipetrolero de Canarias tiene la suficiente capacidad para reaccionar ahora y levantar en tiempo récord toda la infraestructura necesaria para que el día 23 se pueda efectuar, con las suficientes garantías, una consulta popular sobre los sondeos. En cualquier caso, lo más importante ahora, decíamos al inicio, es tratar de detener o alargar en lo posible la propia organización de las exploraciones por parte de la petrolera. Algo que también intuimos harto complicado aunque se movilice, en el lugar previsto para las prospecciones, un contingente de personas o colectivos que dificulten los trabajos a la multinacional. El uso de la Armada para dejar vía libre al buque de Repsol lo demuestra.

Deberíamos comenzar a pensar desde ya en los comicios previstos para 2015, año de doble cita electoral. Es momento para reflexionar sobre el sentido de nuestro voto, a qué formación política dedicamos nuestro apoyo y sobre todo qué les exigimos para que Canarias modifique su rumbo en el ámbito ambiental y ecológico, pero también en tantos otros aspectos sociales y económicos en los que lideramos los peores indicadores de España y de Europa. No podemos desaprovechar la oportunidad de exigir a los partidos políticos otro modelo económico y de desarrollo centrado en valores diferentes a los actuales.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Canarias y la desmesura de sus desperdicios


Ética como encubrimiento: los problemas sociopolíticos se redefinen como cuestiones personales para condenar a la impotencia a los individuos aislados. (…) ¿Lo que nos pide la ética es separar la basura en contenedores diferentes? ¿O quizás lo que nos pide es acabar con el capitalismo? 

Jorge Riechmann. Moderar extremistán. 2014 

El método principal que se emplea en Canarias para el tratamiento de los residuos que generamos es el depósito en vertederos autorizados. Cada isla del Archipiélago dispone de una zona oficial donde se acumulan estos desechos. Sin embargo, también prolifera el depósito de residuos en vertederos incontrolados. Hay nada menos que 24 espacios donde los canarios depositamos residuos de forma incontrolada y por tanto de manera ilegal. Recientemente la UE ha advertido al Gobierno de España que si no los cierra se enfrentará a una sanción por parte de Bruselas. Canarias ya ha respondido que no puede hacer frente a la clausura de dichos espacios por falta de tiempo y dinero. 

Una maravillosa respuesta por parte del director general de Protección de la Naturaleza, Pedro Cuesta, que revela que para el Gobierno de Canarias la gestión de los desechos producidos en las Islas no merece ni la planificación que requiere este tipo de actividad ni la prioridad presupuestaria necesaria, a pesar de tratarse de un asunto sensible para el bienestar de los canarios. ¿Por qué se produce este desbocado y prohibido almacenaje de residuos en vertederos no oficiales? ¿Falta cultura ambiental en Canarias? ¿Se promueve lo suficiente desde las instituciones políticas? ¿La normativa canaria en materia de gestión y tratamiento de residuos se asemeja a la europea? ¿Qué indicadores presenta Canarias respecto a la gestión y tratamiento de los residuos?

Vertedero de Arico. Tenerife. Celda 2
Esta aparente pasividad, en un asunto fundamental para la sostenibilidad de las Islas, puede entenderse si tenemos en cuenta que la dirección de Protección de la Naturaleza depende de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Ejecutivo canario en manos del PSOE (Guacimara Medina) y cuyos logros en la presente legislatura son nimios. ¿Qué éxitos puede mostrar esta Viceconsejería en relación a la protección de la biodiversidad, restauración del Catalógo de Especies protegidas, reducción de la contaminación del aire en las zonas metropolitanas canarias, calidad del agua, reducción de la movilidad motorizada, protección de espacios naturales, resiliencia, vertidos...? En teoría para todo ello se montó esta Viceconsejería ¿verdad? ¿No es esto una flagrante contradicción con el discurso sostenible y ambientalista que practica el Gobierno canario con motivo de la problemática de las prospecciones? ¿O es que este discurso es pura retórica? El desdén por los asuntos que tienen que ver con la gestión y el tratamiento de residuos en Canarias no es algo nuevo. El Plan Integral de Residuos de Canarias, documento que contenía las directrices fundamentales del Ejecutivo en relación al tratamiento de basuras, estuvo varios años caducado hace algunas legislaturas.

En un territorio limitado como nuestras islas, debería ser estratégica la gestión de los residuos que producimos porque a mayores toneladas de desechos mayor será el territorio dedicado a ocultarlos. De todos es conocido que muchos de los vertederos de Canarias están casi colmatados o en proceso de estarlo. Por lo que la solución no está en habilitar más espacio para enterrar un volumen de desperdicios en crecimiento. En el ámbito de la generación de residuos sólidos urbanos, según el INE y para el año 2011, Canarias ostentaba el dudoso honor de ser la segunda comunidad autónoma que más residuos sólidos de carácter urbano generaba por habitante, con un indicador que ascendía a 661 kg./hab. Muy por encima del dato que presentan, también para ese mismo año, España (531 Kg./Hab.) y Europa (503 kg./hab.). En el 2012 (último año para el que se dispone información) ese dato mejora situándose en 620 Kg /hab., aunque de forma insuficiente porque nuestra comunidad sigue situándose en segunda posición. Otro dato inquietante es el que nos informa que nuestra comunidad recogió de forma separada solo un 11,30% de todos los residuos sólidos urbanos producidos en el 2012. Ese dato nos sitúa en la cuarta peor posición de toda España, muy lejos de Navarra, la región que mayores porcentajes de separación de residuos presenta (36,46%) y por debajo de la media española (18,22%).

El nivel de desarrollo de una sociedad debería valorarse por el volumen de desperdicios que genera y, además, por su capacidad para reciclarlos o reutilizarlos en base a tecnologías amables con el medio ambiente. Así, una sociedad que genera un volumen de residuos ingente debería estar penalizada en las clasificaciones de bienestar, a las que son tan aficionadas las grandes organizaciones mundiales tipo FMI u OCDE, sea cual sea su indicador de crecimiento económico. Se podría argumentar que ninguna sociedad puede abstraerse de los niveles de consumo que impone el sistema económico capitalista, que es a la postre lo que produce los residuos. Pero sí existen técnicas para mitigar el impacto de esos niveles de desperdicios mediante la reducción, la reutilización y el reciclaje.

La normativa básica europea en materia de residuos establece que el orden de prioridades que debe regir la gestión de los residuos es la prevención (es decir,la reducción tanto de la cantidad como de los impactos que generan los residuos sobre el medio ambiente y la salud humana) la preparación para la reutilización, el reciclado, la valorización y la eliminación. A tenor de las advertencias de Bruselas y de los datos no parece que en Canarias se tome en serio la normativa básica europea referente a este asunto.

En su descargo las instituciones políticas canarias son muy dadas a divulgar la idea de que quienes toman la decisión última de reciclar son los propios ciudadanos. De esta forma se deposita sobre ellos la responsabilidad última de tal acción, al tiempo que se libera a nuestras autoridades de su compromiso político respecto de la creación y su estricto cumplimiento de una normativa que esté en línea con la existente en el resto de España y Europa en materia de gestión de residuos de cada sector económico.

Respecto a esta apelación pública a la ética individual, una precisión nos parece relevante efectuar. Apelar a esa ética individual, que es políticamente correcto, bienintencionado y que en general goza de la aprobación ciudadana, encierra un peligro; enmascara y oculta el necesario combate contra las verdaderas causas de la generación de residuos que son, ni más ni menos, las propias prácticas capitalistas de producción y consumo masivos (Jorge Riechmann. Moderar extremistán. 2014). De esta manera se logra desviar hábilmente hacia un lugar equivocado (la responsabilidad de cada ciudadano) el necesario y vital esfuerzo de cambiar esas pautas de producción y consumo (lo que solo se puede hacer de forma colectiva y por medio de la política), permitiendo la preservación de las mismas y por tanto profundizando el deterioro medioambiental presente.

sábado, 1 de noviembre de 2014

¿Cuáles son las razones para la ampliación de Guacimeta?


La paradoja de los megaproyectos sugiere revisar no sólo las estructuras de poder que conducen a su desarrollo, sino los propios fundamentos de la economía bajo los que inicialmente se esconden las justificaciones de estas obras. 

 
El aeropuerto de Guacimeta en Lanzarote es un aeropuerto relativamente pequeño si tenemos en cuenta el volumen de turistas que recibe la Isla. Construido en el año 46 supuso el necesario instrumento para abrir al exterior una isla pequeña sometida a la doble insularidad (alejada de la Península y de las dos grandes islas de las Canarias). Su pista de aterrizaje tiene unas dimensiones de 2.400 metros de longitud por 45 de anchura pero cumplen con los estándares de aviación internacional.

Pues bien, el Cabildo de Lanzarote ha dicho recientemente que su pista debe ser ampliada. No es la primera vez que salta a los medios esta supuesta necesidad. En el 2012, la Cámara de Comercio de Lanzarote ya la reclamó. Tampoco es la segunda. En el 2010, Asolan, la patronal del sector turístico en la Isla, argumentaba que las características físicas de la pista impedían la operatividad de las aeronaves y sus maniobras de aproximación. Y como no hay dos sin tres, tampoco es la tercera vez que se efectúa esta reclamación. En el 2009 la comisión de Fomento del Senado abordó una moción sobre la mencionada ampliación de la pista de rodadura a petición del Partido Popular.

Por tanto, es un tema recurrente que parece volver cada cierto tiempo. Dos curiosidades llaman la atención sobre este asunto. La primera es que todos los agentes que solicitan la ampliación (instituciones camerales, patronales turísticas, Cabildo Insular,…) argumentan que la presunta falta de operatividad genera grandes pérdidas a la economía isleña y dañan la imagen de destino turístico de Lanzarote, perjudicando su competitividad. Obviamente, ninguna de estas instituciones aporta un sólido e independiente estudio que cuantifique esas supuestas pérdidas económicas. La segunda curiosidad es que el Cabildo promueva este tema cada vez que las instituciones económicas de la Isla hablen de ello. Parece que la máxima institución de la Isla solo se mueve por los intereses de estas instituciones utilizando además sus mismos argumentos. En esta ocasión Pedro San Ginés, el presidente del Cabildo, remitió una carta a la Ministra de Fomento indicando que las dimensiones de la pista de aterrizaje supone una severa amenaza para la proyección y competitividad de Lanzarote como destino turístico, además de frenar nuestras intenciones de expansión y diversificación de mercados turísticos, cuya previsible vía de conexión se materializará con aeronaves que requieren infraestructuras de las que la isla carece. Casi nada.

No es extraño que el Cabildo defienda los intereses económicos de Lanzarote, lo que resulta llamativo es que defienda solo las necesidades de las instituciones económicas de la Isla y no tenga en cuenta otras visiones de la problemática. El aeropuerto de Guacimeta está situado a unos 5 Km. de Arrecife, dentro del término municipal de San Bartolomé y se encuentra limitado al sur por Playa Honda y al norte por la carretera LZ2. Por tanto, su ampliación originaría importantes afecciones ambientales. También afectaría a familias que residen en las inmediaciones del aeropuerto. Una previsible ampliación podría suponer su inapelable desplazamiento.

El aparente consenso y cierre de filas entre el Cabildo y las instituciones económicas de la Isla alrededor de este asunto no deja de sorprendernos. Si echamos un vistazo al número de pasajeros recibidos por el aeropuerto durante los últimos trece años, según AENA, podemos ver que Guacimeta se mantiene entre los 10 aeropuertos de toda España con mayor número de pasajeros recibidos. Su promedio aproximado es de unos 5.282.000 pasajeros anuales. Además, es el tercer aeropuerto con mayor afluencia de pasajeros de las Islas Canarias. No parece que las actuales dimensiones de la pista de aterrizaje supongan un condicionante para la llegada de pasajeros a Lanzarote. Por tanto, si la Isla está perdiendo competitividad y proyección como destino turístico no puede ser atribuido a la longitud actual de la pista.

Por otro lado, hay una contradicción enorme entre la oposición que, con toda la razón, mantienen instituciones políticas y económicas de Lanzarote a los sondeos exploratorios de Repsol frente a sus costas, y mantener, al mismo tiempo, las bases de un modelo turístico basado en atraer más y más turistas a una Isla dotada de un frágil ecosistema. Aunque un potencial blowout colapsaría de forma inmediata la economía y el territorio lanzaroteño (y de paso el del Archipiélago), el actual modelo turístico supone una permanente amenaza sobre nuestro medio ambiente soporte de la vida. Entre ambos casos hay una diferencia de intensidad e inmediatez pero en esencia estaríamos hablando de lo mismo; un modelo de desarrollo económico basado en el monocultivo de un sector turístico masivo y sustentado en la quema de combustibles fósiles.

Por tanto, ¿Cuáles son los intereses reales del Cabildo para apoyar la ampliación del aeropuerto? ¿Existe un mero interés económico basado en impulsar el sector de la construcción o hay algo más? ¿Tiene que ver con acelerar la ejecución de una inversión que se podría diluir, aunque esté contemplada en el Plan Director, ante la reciente decisión del Gobierno de España de privatizar el 49% de AENA? ¿No es más coherente que el Cabildo se preocupe por cómo se distribuye la renta turística en la Isla ante las enormes cotas de desigualdad y paro presentes en Lanzarote? ¿Son sólidos los argumentos que proporcionan las instituciones políticas y económicas para la ampliación del aeropuerto de Lanzarote? ¿Realmente creemos que aeronaves de grandes dimensiones como el A380 harían escala en Lanzarote si dispusiéramos de una pista de aterrizaje mayor? ¿Conviene profundizar en el actual modelo económico y turístico en Lanzarote y las Islas Canarias?

sábado, 25 de octubre de 2014

Desahucios


(…) cada luz engendra su sombra, y cada día tiene su noche, y la noche es vivero en el que engorda el mal y en el que las necesidades de los desgraciados pagan los caprichos de los poderosos. 

Rafael Chirbes. En la orilla. 2013 

Una familia con sus pertenencias embaladas en un rincón de la casa. Probablemente más de una, más de dos, más de seis diarias esperando la llegada de la policía. Maletas llenas de forma precipitada con los enseres de media vida. Un tumulto a las afueras de la vivienda. Mucha gente intentando evitar la expulsión de lo que creían que era su hogar. Desde dentro escuchan las consignas de apoyo. Sienten el calor de la solidaridad humana que se cuela por las rendijas de las ventanas que dan al mar, cerradas o como mucho entreabiertas para evitar más deshonra y vergüenza, para protegerse del escarnio en el que se ha convertido que una vez pensaran en querer ser propietarios.

En el mejor de los casos, quizás, han podido arreglar con algún amigo o familiar ubicarse por un tiempo en su casa, o instalarse en un inmueble propiedad de la corporación local a cambio de un alquiler social. En el peor, no tendrán dónde ir salvo que okupen por iniciativa propia alguna de las 130.000 viviendas vacías estimadas en el Archipiélago. El futuro es siempre incertidumbre pero al menos existían asideros que permitían construirlo. Ahora no. Ahora tendrán que pensar en el hogar como algo inmaterial. Pensar en el triste consuelo de que los miembros de la familia son, al final, el único hogar posible y creíble. El hogar como concepto líquido. O más bien como un tipo de nomadismo. Otro concepto más que pierde sus contornos definitorios.


La policía comienza a dar los primeros golpes en la puerta. La gente sigue jaleando pero ahora arrinconada a un lado del acceso principal de la vivienda. El corazón bombea a cien. Los niños desorientados, de pie, sin entender la tristeza de sus padres. La puerta se abre con brusquedad y da un fuerte golpe en la pared. Automáticamente la familia se pone en marcha, salen de la vivienda. Han entendido que todo ha acabado. Están en la calle, desahuciados. Sobre ellos caerá el peso de una Ley Hipotecaria que hace valer la posición dominante de la banca en este país. Tendrán que responder ante una deuda perpetua porque la entidad financiera impuso sus condiciones en la firma del contrato. Responsabilidad universal lo llamaron.

En Canarias se han producido más de 14 desahucios diarios durante el primer semestre del presente año. Según el Consejo General del Poder Judicial un 24,15% más que un año antes. Una tortura de baja intensidad social que parece no tener fin a pesar de la retórica política, o, a lo mejor, precisamente por eso, por la retórica sin decisiones. No se han tomado medidas políticas reales y contundentes que detengan esta sangría que, en lo que se refiere a esta materia, incumple la legislación europea vigente. Según el INE, tomando como referencia las hipotecas constituidas en el periodo 2003 – 2013 sobre el total de fincas, el 0,49% de las hipotecas constituidas en Canarias han iniciado una ejecución hipotecaria en el segundo trimestre de 2014. Canarias presenta los valores más altos de este indicador en todo el territorio nacional. Como siempre primeros en lo más dramático.

viernes, 17 de octubre de 2014

Los arrepentidos de Caja Madrid - Bankia

 
Parece que una ola de arrepentimiento generalizado aqueja a la gran mayoría de los 86 consejeros que eran beneficiarios del opaco mecanismo que posibilitaba la utilización de las tarjetas de Caja Madrid – Bankia (la que deglutió a La Caja Insular de Ahorros de Canarias). De otra forma no podemos interpretar la devolución de las cantidades presuntamente saqueadas a la Entidad a través de este sistema que sorteaba la supervisión del Fisco. El arrepentimiento es un atenuante, es cierto. Pero no sabemos si se hubieran arrepentido si el desfalco se hubiese descubierto en los prolegónemos de esta crisis, sin el ardor que está presente actualmente en la calle, sin el fraude de las preferentes, sin la desigualdad galopante que crece en España.

En cualquier caso, su arrepentimiento (material aunque no sabemos si moral) no deja de ser una magnífica falta de respeto al resto de la sociedad en un contexto de crisis total. Y en todo caso no es suficiente entre quienes actuaron dejando a un lado la moral pública. Mientras estos señores (es un decir) complementaban sus indecentes sueldos multimillonarios con el dispendio que posibilitaba este instrumento de pago, se permitían el lujo de abogar públicamente por el recorte de salarios, por la austeridad o por reducir lo público a su más mínima expresión. Valientes sinvergüenzas. Muchos de ellos se esforzaban en clamar contra la economía sumergida mientras desde la Entidad se contabilizaba, de forma encubierta, los gastos de estas tarjetas para evitar el control de auditores, de instituciones supervisoras y de la mismísima Agencia Tributaria de este país.

Algunos de los arrepentidos. Canarias 7
Si el arrepentimiento no es suficiente, tampoco lo es el victimismo. El victimismo, sobre todo cuando es impostado o forzado, es inadmisible entre una caterva de individuos que gozaron de amplios privilegios políticos y económicos en una entidad financiera que debía dedicarse a financiar proyectos sociales. Los vagos argumentos a modo de disculpas que han dado algunos de los implicados ante el juez o ante los medios de comunicación, en la línea de yo no lo sabía, no me informaron, no me advirtieron, no tengo la culpa, las tarjetas las gestionaba gente de mi equipo,…(pobrecitos), revelan la sinvergonzonería de unos individuos con proyección pública considerados como grandes gestores económicos entre los círculos elitistas (y no tan elitistas porque eran ejemplo para muchos profesionales en el ámbito de la economía y de la política) que toman las decisiones en este país.

Esperamos que con este escándalo se les caiga definitivamente ese marchamo de grandes gestores que le han colgado sus propios amiguetes porque no son más que eso, gente que aprovecha su influencia y cercanía al poder para engordar sus cuentas personales con cargo a los demás. Pura extracción, rentistas profesionales. Y, sobre todo, si se demuestra la comisión de algún delito por este tipo de actuación (administración desleal, apropiación indebida, fraude…) que paguen. No puede haber paz para los malvados de Caja Madrid – Bankia. Los desmanes que asaltan la prensa diaria de este país tienen que ser pagados por alguien diferente al común de los mortales.

domingo, 12 de octubre de 2014

No es lugar para los ecologistas la prensa escrita


No recuerdo haber visto en la prensa escrita de los grandes medios de comunicación un artículo firmado por un ecologista que trate la problemática de las prospecciones en aguas cercanas a Canarias. En otro lugar y otro tiempo dijimos que los baluartes del ecologismo en Canarias no han gozado de las mismas plataformas de difusión y visibilidad mediática que poseen los patrocinadores de muchos proyectos de corte desarrollista, ya sean estos públicos o privados. Entristece ver que hoy día esto sigue cumpliéndose a raja tabla. Estos rotativos sí han hecho un esfuerzo en dotar sus publicaciones de secciones dedicadas a la naturaleza y ese ámbito que denominan lo verde. Sin embargo, creemos que son iniciativas vinculadas a crear conciencia sobre la problemática ambiental más que una herramienta dirigida a cuestionar y criticar las bases mismas del actual sistema económico capitalista.

Hacemos un esfuerzo de memoria pero no conseguimos acordarnos de ningún nombre, ninguna organización ecologista, ninguna reflexión en los principales rotativos del país que contenga la firma de un ecologista sobre este asunto. Es posible que estemos equivocados y exista alguno. Y mientras escribo estas líneas recuerdo que en el reportaje lanzado por El País, hace unas semanas, y que llevaba por nombre El petróleo de la discordia y las voces de la polémica, participaba una representante de WWF y Fernando Gómez Aguilera por parte de la Fundación César Manrique. Exista o no algún artículo, lo cierto es que las voces del colectivo ecologista escasean y mucho….o se silencian. Y esto es preocupante porque revela que los media de este país no han asumido que este colectivo debe tener un espacio donde divulgar su visión en aras de un periodismo plural, higiénico e independiente. Además, una visión ecológica de nuestra realidad es imperativa dada la situación climática presente.

Y sorprende no porque nos asombre el hecho de que la prensa escrita le haya declarado la guerra a los representantes del ecologismo, algo asumido desde hace ya mucho tiempo. Sorprende porque en muchos otros temas que aquejan a esta nuestra sociedad, se le da la oportunidad de expresar sus criterios a los profesionales directamente implicados. Pasa con la actual crisis del ébola donde los médicos tienen un púlpito mediático casi asegurado, como no podía ser de otra manera. Pasa también en la literatura donde la crisis de la novela es tratada por escritores. Sucede con el deporte, en donde muchos deportistas aportan sus opiniones cuando algún equipo de fútbol entra en crisis. Y ocurre con cualquier problemática vinculada a la crisis económica donde los economistas también tienen su lugar en la prensa de papel (si bien es verdad que los que pertenecen a un área idelógica concreta –Economía Ortodoxa– mucho más que otros).

Y creemos que ahí está la explicación del porqué de este fenómeno; en la prepotencia de una ideología concreta que es impulsada también por los medios de comunicación. En la medida que una visión ecológica de la realidad supone volver a vincular al ser humano a los ciclos vitales de la naturaleza, se logra con ello ejecutar una ruptura radical con el actual orden económico, social y político. El Ecologismo consigue poner en solfa el núcleo central a partir del cual se levanta todo el edificio del Capitalismo. Es un torpedo en su principal línea de flotación y también una alternativa viable. Nos interpela sobre si lo que hoy llamamos producción o crecimiento económico es realmente creación de riqueza como nos hacen creer, o bien tiene más que ver con mera extracción y adquisición de las fuentes primarias de riqueza que llevan a su inevitable agotamiento (Naredo. 2013). El Ecologismo es, ante todo, el cuestionamiento definitivo de uno de los dogmas básicos del sistema económico dominante, el que mantiene que los recursos y la energía existen en cantidad y calidad ilimitada.

Y esa crítica algunos medios escritos no la han asumido ni la quieren asumir porque son voceros, divulgadores y representantes de esa ideología dominante en la medida que se han transformado en empresas, multinacionales que persiguen el máximo beneficio más que en informar de una forma diversa. Una conducta que también explica, en parte, la profunda crisis de la prensa escrita frente al empuje de muchas publicaciones en internet, donde sí se pueden encontrar, de forma más frecuente, voces pertenecientes al mundo del ecologismo que denuncian el riesgo de las prospecciones frente a Canarias.

viernes, 3 de octubre de 2014

Breve anatomía de una consulta


¿Cree usted que Canarias debe cambiar su modelo medioambiental y turístico por las prospecciones de gas o petróleo? La consulta sobre las prospecciones se ha planteado de tal forma que no pueda ser anulada por el Tribunal Constitucional (recordemos que, ¡ay!, el Presidente del TC, Francisco Pérez de los Cobos, figuraba en la lista de donantes y afiliados del Partido Popular) o, al menos, esa ha sido la intención inicial. Una comunidad autónoma no puede plantear consultas sobre aspectos que excedan sus competencias. Además la pregunta ha sido propuesta después de que diferentes colectivos, entre los que se encuentran organizaciones ecologistas, hayan llegado a un consenso con las instituciones políticas.

Obviamente no tiene que ser fácil sugerir una pregunta bajo ese contexto. Ambos aspectos (no invadir competencias y proponer un interrogante que cargue con los intereses de todos sus impulsores) se refuerzan mutuamente y revelan las dificultades de plantear una cuestión idónea y certera que invite a la participación. Y, sin embargo, leer dos veces la pregunta, que pretende lanzarse a la ciudadanía canaria el día 23 de noviembre próximo, deja un sabor contradictorio.

Pérez de los Cobos. Presidente del TC. El País
El interrogante parece tener dos partes claramente diferenciadas. La primera presupone la existencia en Canarias de un modelo medioambiental y turístico claramente definidos. ¿Existe en Canarias un modelo medioambiental? Tenemos claro que el modelo turístico es un modelo preferentemente de sol y playa, muy masivo, con importantes afecciones sobre el territorio en las últimas cuatro décadas y con una relevante capacidad para generar renta y empleo que, sin embargo, no es suficiente para mejorar los más importantes indicadores sociales de las Islas (paro, pobreza, desigualdad, economía sumergida, etc). Respecto al modelo medioambiental lo cierto es que Canarias sufre por su ausencia, o, al menos, el modelo turístico actual (con y sin prospecciones de petróleo o gas) entraría en conflicto con ese supuesto modelo medioambiental que pretendería proteger nuestro territorio.

La segunda parte de la pregunta es aún más interesante. Interpela sobre si queremos sustituir esos modelos, el medioambiental (presunto) y el turístico, por las prospecciones de petróleo y gas. Aventuraríamos un claro no por respuesta. Sin embargo, no tiene ningún sentido desde el punto de vista ambiental que se rechacen las prospecciones de gas frente a Canarias y se promueva la construcción de dos regasificadoras en las islas más grandes del Archipiélago. Como decía recientemente el periodista Juan García Luján desde su cuenta de twitter ¿No al gas si lo saca Repsol, pero si a la regasificadora si la traen los amigos de GASCAN ... ¡Qué gobierno listillo! 

En la pregunta propuesta subyace el conflicto existente entre los colectivos ecologistas que reclaman otro modelo de desarrollo económico para el Archipiélago y las instituciones políticas canarias que, además de ser artífices del existente actualmente, reclaman la paralización de los sondeos exploratorios de petróleo. Desconocemos si una consulta en los términos siguientes invadiría competencias estatales: ¿Quiere usted que Canarias mantenga su actual modelo económico basado en prospecciones de petróleo y/o gas y deje de impulsar un modelo basado en renovables? De lo que sí estamos seguros es que pondría en un brete al actual ejecutivo autonómico si sale un NO.

Más allá de la cuestión, creemos que las diferentes movilizaciones en la calle de las/los canarios organizadas en los últimos tiempos demuestran sobradamente el rotundo rechazo a los sondeos exploratorios y, también, a un modelo de desarrollo como el que tenemos en la actualidad. No votaré en consultas adobadas pero sí deseo, al menos, que la pregunta elegida no actúe de forma desmovilizadora y, sobre todo, que los movimientos sociales y ecologistas que tan duramente han efectuado una encomiable labor de crítica y oposición, sepan guardar su independencia en la campaña por el NO respecto de un ejecutivo, el autonómico, promotor de los mayores atentados medioambientales en las Islas.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Primarias en PSC – PSOE ¿Truco o trato?


Parece que el proceso de primarias abierto en el PSC-PSOE es cosa de tres. Patricia Hernández ha conseguido el 32,32% de los apoyos válidos, Carolina Darias el 27,28% y Gustavo Matos el 20,70%. Por el camino se ha quedado Francisca Luengo que no ha podido alcanzar los avales necesarios para presentarse al proceso. Quizás es demasiado pronto para someter a los flamantes participantes en las primarias del partido socialista en Canarias a un interrogatorio. Interrogatorio que revele cuál será su programa de gobierno en caso de que los socialistas obtengan un resultado atractivo en las próximas municipales y autonómicas de 2015. La reciente moda de convocar primarias (hasta hace poco muchos ni siquiera las contemplaban) aderezada por discursos autocomplacientes por parte de los candidatos (hemos iniciado un camino en un tiempo nuevo para el socialismo canario y a todos nos corresponde ser partícipes de este nuevo tiempo, Darias dixit), tiende a ocultar la profundidad de sus proyectos políticos. Da la impresión que se cumple con los cánones de la buena democracia con la simple convocatoria de estos procesos que, en este caso, pretenden elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno en las Islas.

Obviamente es un requisito necesario pero lo importante, lo verdaderamente relevante, son las políticas o propuestas que planteen los candidatos. De lo contrario, se puede caer en el error de que se efectúe un mero cambio de caras en los órganos y cargos de la formación pero se continúe con idénticas políticas. Por esta razón, esperamos (quizás es mucho esperar) que los aspirantes en liza se esfuercen por definir con claridad cuáles son sus planes, que vayan más allá de meras reorganizaciones internas o declaraciones de principios “buenistas” y, sobre todo, que se arriesguen abandonando los mensajes derrotistas que tanto han acompañado durante los últimos tiempos al PSC-PSOE.

Hernández, Darias y Matos. Candidatos. Canarias Ahora
Quien escribe hace tiempo que considera que un futuro diferente para Canarias no pasa por alguno de los tres partidos que se han alternado en el poder en las últimas dos décadas. Es más, podría mantener que un futuro más justo para las Islas pasa por una organización política que marque distancia de los actuales partidos políticos mayoritarios (en políticas, estructura, financiación, jerarquías, participación, confluencias, etc.). Sin embargo, sí cree que tampoco se pueden ignorar de plano. El PSC – PSOE lleva una larga tradición de fracasos en esta tierra, lo que muestra la necesidad de otras políticas, otras estrategias, otros mensajes y otras formas de entender Canarias alejadas de lo que han hecho últimamente. Máxime cuando las políticas aplicadas en Canarias han tenido pobres resultados en términos de empleo, desigualdad, pobreza, etc. Y porque, en definitiva, en este proceso podrán participar simpatizantes o afiliados (futuros votantes), abonando la simbólica cifra de dos euros y suscribiendo un documento sobre los principios del PSOE.

Un cambio real en el futuro programa electoral del PSC-PSOE, puede ser, ante todo, un proceso enriquecedor para todos y en consecuencia beneficioso para las Islas. Y en el próximo proceso de primarias pueden sentarse las primeras bases. Por eso sería bueno para el conjunto del electorado canario que los aspirantes se pronuncien sobre si, llegado el momento, van a presionar para exigir una reforma honesta de la ley electoral canaria; si van a plantear una reforma fiscal progresiva y real actuando sobre el tramo autonómico; sobre cuáles son sus planes para reducir los inaceptables indicadores sociales presentes en las Islas (desigualdad, pobreza, marginalidad, paro,…); si van a luchar por tener, al menos, una mayor parcela de decisión, justificada por las particularidades que existen en Canarias, respecto a las directrices de Ferráz; si hay algún candidato que plantee derogar el fraudulento Catálogo de Especies Amenazadas en Canarias para permitir la construcción del Puerto de Granadilla y otros atentados (aprobado por CC en mayo de 2010 con el apoyo del PP y el rechazo de los representantes del PSOE); si van a pensarse dos veces gobernar junto con CC en caso de que la aritmética electoral lo permita en los próximos comicios (se puede gobernar con CC pero al menos exigiendo un mínimo de condicionantes afines a su ideología); si van a alejarse del mantra de la gran coalición con el Partido Popular que les persigue a nivel nacional desde las últimas europeas, si también son partidarios de introducir el gas en el Archipiélago, si pretenden impulsar un modelo productivo que supere el monocultivo turístico, etc.

En ausencia de pronunciamientos de este calado estas primarias no van a ser más que una mera formalidad, un simple trámite de cara a la galería para gloria y satisfacción del aparato del partido situado en Madrid. Y en ese caso, resultará el mismo PSC-PSOE de siempre; comparsa, inane, insuficiente para superar la crisis pero imprescindible para mantener los privilegios del poder establecido en Canarias.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Contra la inseguridad vial, calmar el tráfico

 
La esperanza de reducir la siniestralidad con infraestructuras más potentes sigue interiorizada con gran fuerza en la mayoría de la población.
Esteban & Sanz. Hacia la reconversión ecológica del transporte en España. 1996

¿Se puede reducir la siniestralidad de una vía incorporando mejoras en la infraestructura? Es posible que sí, pero solo hasta cierto punto. En general, se sobrevalora la responsabilidad de la infraestructura en la accidentalidad. La razón radica en que es el comportamiento del conductor del vehículo el que determina el riesgo de accidente en la gran mayoría de siniestros. De hecho, si el entorno de la conducción se percibe como menos arriesgado, el comportamiento de los conductores tiende a hacerse más temerario y por tanto mayor es la probabilidad de siniestralidad. Esto es lo que mantiene, entre otras cosas, un magnífico libro no suficientemente leído ni divulgado, escrito hace casi dos décadas por Antonio Esteban y Alfonso Sanz. Hacia la reconversión ecológica del transporte en España da cuenta, además, de cómo interactúan la demanda de seguridad vial y la mejora en las infraestructuras en un bucle perverso que se refuerza mutuamente para impulsar el predominio del vehículo privado en los desplazamientos motorizados.

Esta introducción nos sirve para entender por qué cualquier problemática vinculada al tráfico de vehículos en las Islas se intenta resolver con el remedio de la ampliación de las arterias de circulación. Una forma de proceder que revela una determinada cultura muy vinculada a la ideología económica dominante que interpreta como presunta solución, casi única, la estrategia de albergar una masa de vehículos en continuo crecimiento a través del ensanche de las vías existentes. Un paradigma obsoleto que obvia el impacto medioambiental, social y económico de dedicar una mayor superficie al vehículo privado.

Diario de Avisos
La pasada semana colectivos que agrupan a las asociaciones de gruistas (ACEAC) y de camioneros (Acotransa) han alertado, con razón, de la existencia de insuficiente espacio en las autopistas del Sur (TF1) y del Norte (TF5), en la Isla de Tenerife, para realizar tareas de auxilio a vehículos siniestrados. La clave, según estas asociaciones está en las vallas colocadas en estas vías por el Cabildo hace dos años. Dichas vallas han estrechado el espacio disponible en el arcén provocando situaciones de peligro que podrían derivar en graves accidentes, como desgraciadamente ya ha ocurrido. Ante semejante denuncia, se ha empezado a hablar de prolongar el espacio disponible en los arcenes y de ahí a la necesidad de ensanchar el viario de la TF1 y la TF5, con las afecciones que sobre viviendas y espacio provocaría esta medida.

No negamos la existencia de riesgos reales en nuestras carreteras que deben ser prontamente mitigados pero ¿Por qué ante problemas de congestión o de inseguridad vial en nuestras carreteras se vende como solución la prolongación de los viales? ¿Es que no hay otras opciones? No puede ser que ante la detección de deficiencias en las autovías de cualquiera de las Islas, se opte por ampliar las dimensiones de las mismas. Vivimos en un territorio con claros límites naturales. Si continuamos ampliando la superficie dedicada al vehículo privado, acabaremos por destinarle los mejores espacios. De hecho, hace años que este es el paradigma desde el que se afronta cualquier dilema que tenga que ver con el tráfico en Canarias (anillos, túneles, puentes elevados, rotondas,…), sin que se perciba una solución definitiva (continúan los atascos, los accidentes, la contaminación por CO2…). Flaco favor hacemos a nuestro territorio, a nosotros mismos y a las generaciones futuras si continuamos con esta forma de pensar.

Debemos reflexionar de otra manera. Frente a ofertar más infraestructuras que tratan de contener un volumen de vehículos creciente, con profundas afecciones medioambientales y sociales que se ignoran en un territorio limitado y escaso; ante falsas salidas vendidas a la opinión pública como mejoras en las seguridad vial que terminan por materializarse en una dilatación del espacio brindado a las carreteras, consumiendo más y más lugares valiosos, ¿por qué no aplicar soluciones desde otra perspectiva?. Por ejemplo ¿Por qué no reducir la velocidad máxima en las vías de alta capacidad? Si, tal y como indica el consejero insular de carreteras, la TF5 ni siquiera es una autopista, ¿por qué se permite circular a tales velocidades? La excesiva velocidad se ha convertido en la causa directa o complementaria de gran parte de los accidentes de tráfico. ¿Por qué no suprimir carriles dedicados al vehículo privado de forma progresiva y enmarcado en un plan a medio plazo? ¿Por qué no destinar un espacio mayor sobre las vías ya construidas al transporte colectivo? ¿Por qué no habilitar pequeños apartaderos aprovechando espacios inutilizados en el trazado de las vías?

No solamente hay otras opciones posibles, sino que la mejor política contra la inseguridad vial y la omnipresencia del coche es la de calmar el tráfico existente, esto es, reducir no solo el uso y el número de los vehículos sino también la velocidad a la que circulan, el espacio que ocupan y su actual predominio sobre los restantes usuarios de las vías públicas, con el fin de equilibrar la relación de fuerzas entre los distintos modos de transportes (Esteban & Sanz. 1996).

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Revisión crítica de dos décadas de poder establecido en Canarias


Solo cuando estás en la ruina descubres que hay que comer todos los días, fíjate qué bobada. 

Rafael Chirbes. En la orilla. 2013. 

Resulta cómico ver a Rivero y a Pérez con la misma fecha de caducidad como responsables del Gobierno de Canarias. Pero más cómico es escuchar a algunos decir que Rivero va a fundar un nuevo partido político con el que concurrirá a las Municipales de 2015. ¿Alguien en su sano juicio votaría a ese presunto partido después de que Canarias, que pareció un artefacto en ascenso durante la primera etapa nacionalista, un aerostato que surcaba los cielos durante la mal llamada década prodigiosa, pinchara hasta estamparse contra el suelo y ardiera en llamas? Dudoso parece pero en esta tierra todo es posible. No obstante, aprovechando la próxima sustitución de las cabezas visibles de la jefatura de gobierno canaria, podemos reflexionar sobre lo que ha significado para este Archipiélago la presencia en el Gobierno del PP, del PSOE y sobre todo de CC en los últimos tiempos.

Esa década a la que llaman prodigiosa, cuyos presuntos avances se atribuye CC (accede al poder en el año 93), es la que va desde 1996 a 2007. Periodo en el que supuestamente se reconocieron las especificidades del Archipiélago en la UE y se convalida el Régimen Económico y Fiscal (REF). Es la fase en la que el sector turístico canario se consolida como actividad masiva. El ciclo en el que se produce un florecimiento económico y social asociado a una mejora de las infraestructuras, derivada, a su vez, de los flujos económicos que llegaban a raudales desde la UE. Un caudal de dinero que permitió, en palabras de los nacionalistas y sus acólitos, que Canarias progresara (ese era el término que utilizaban) como nunca en sus 500 años de historia. Los nacionalistas acostumbran a proclamar que esa era fue posible por su presencia activa en Madrid y en Europa (la voz de los canarios). Una presencia que permitió un fértil régimen de pactos para las Islas con los partidos políticos nacionales.

Pero más allá de esos fastos y de esa propaganda política, lo cierto es que también fue una época donde las desigualdades estructurales no se mitigaron. Un ciclo en el que los responsables políticos no se preocuparon por analizar el destino final de aquél torrente de recursos económicos; si solucionaban problemas enquistados a nivel social, económico o medioambiental, o si por el contrario los agravaba o posponía en el tiempo. Fue una era en la que la corrupción avanzó, furtiva e impune, oculta como un gusano que devora el interior de cualquier ser vivo y solo deja la apariencia de la piel exterior. Un lapso de tiempo en el que se creó un REF a la medida de un tipo particular de empresarios locales, con poco recato en valorar los efectos negativos que tendría sobre el resto de agentes sociales. Y ¿qué pasó con la producción cultural propia? Se le prestó nula o poca atención. Pero se hizo todo lo posible por organizar conciertos masivos (e ilegales) en playas turísticas con estrellas internacionales.

Durante aquel tiempo se apuntaló el monocultivo turístico, desdeñando otras posibilidades de la economía canaria vinculadas a su agricultura, a sus fuentes de recursos renovables o más importante aún, a la creación de una economía del conocimiento (universidades y enseñanza de calidad, I+D+i, …) que aportara un valor añadido diferencial para las Islas. También, fue aquella una época miserable porque los tres partidos mayoritarios, pero sobre todo CC y PP, perpetraron una reforma de la Ley Electoral canaria que elevó las barreras electorales. Un blindaje (el más alto de España y de Europa) que ha favorecido a los tres partidos mayoritarios y ha dejado fuera del Parlamento otras sensibilidades políticas que existen en Canarias. Como los trileros, jugaron con las cartas marcadas para mantener el poder político.

El Diario.es
El impacto de la crisis que vive el Archipiélago en la actualidad ha sido proporcional a todos esos problemas no solucionados durante la sedicente década prodigiosa. El hundimiento de hoy, la incapacidad para afrontar colectivamente esta crisis de forma menos dolorosa se incubó en esa década que algunos presentan como exitosa. Un hundimiento macerado lentamente en esos años de pompa en ausencia de una prensa local crítica y combativa. Todo ello adobado, todo hay que decirlo, por cierta renuncia de nuestras responsabilidades ciudadanas para con nuestros políticos. Al menos hasta las activas y masivas movilizaciones en los primeros años del s. XXI (pioneras en España en poner en solfa un modelo de desarrollo economicista y una manera de tomar decisiones autoritaria). 

Y este Gobierno que ha sido comandado por Rivero (llegó y se irá sin ganar una sola convocatoria electoral) a partir de aquel año que prologó la crisis (2007), primero en compañía del popular Soria (amigos para siempre parecían) y luego en asociación con el socialista Pérez (hacía mucho frío en la oposición), ha sido responsable de la profundidad del naufragio, de la invalidez para que Canarias se levante puesto que sus políticas han variado muy poco. Aquellos débiles cimientos explican las causas y consecuencias del colapso: el actual retraso escolar; la baja calidad de nuestra enseñanza; una desigualdad de las más altas de España y el salario medio anual más bajo del territorio peninsular. También una ley de Dependencia mal aplicada y de las menos dotadas; una sanidad privatizada y deteriorada, que tiene su dramática expresión en unas listas de espera inaceptables por una sociedad que se autodenomina desarrollada. Un sector turístico disparado sin efecto sobre un desempleo galopante; un mínimo y olvidado sector industrial; una de las regiones con más políticos imputados (en causas judiciales que se alargan y enquistan)….De aquellos polvos estos lodos, de aquel boato esta austeridad impuesta y tergiversada, de aquel griterío de las élites esta desesperación común.

Y ahora que está de moda hablar de democracia interna en los partidos, cuando se habla de regeneración política en las Islas, cuando los partidos que han (mal)gobernado Canarias rebuscan en sus aparatos nuevas caras que ilusionen (¿nuevas políticas también o solo nuevos candidatos para que todo cambie pero todo siga igual?) para las próximas Municipales y Generales de 2015, pretenden que ignoremos lo que han consumado en estas dos últimas legislaturas: una tasa de paro que supera un tercio de la población activa; más infraestructuras de dudosa utilidad social que llenan un territorio frágil y limitado; un catálogo de especies protegidas fraudulento; el apoyo de los tres partidos a la implantación del gas en las Islas; el retraso deliberado al avance de las renovables; un apreciable índice de pobreza y desigualdad; miles de canarios que han abandonado su tierra o la negativa a una reforma honesta de la Ley Electoral canaria.

Por eso cuando Rivero anuncia, en el crepúsculo de su gobierno y después de 6 años de crisis y una década prodigiosa (solo para algunos), una reforma fiscal para que paguen más los que más tienen (¿van a derogar la RIC, van a luchar con más fuerza contra el fraude fiscal, van a combatir la economía sumergida?) no queda más que denunciar su infinita desvergüenza. Cafres que han hecho lo que han querido en estas Islas de espaldas a la ciudadanía.

Para desbancar a Coalición Canaria del poder, para desalojar a PP y PSOE como sempiternos compañeros de viaje de los nacionalistas en la jefatura de gobierno, solo hace falta presentar un programa político que tenga como único y último fin gobernar para la gente. Y cumplirlo, sobre todo cumplirlo. Tan fácil y tan difícil. Democracia en estado puro.