viernes, 22 de noviembre de 2013

Canarias deja atrás la recesión


Es muy difícil creer en el mensaje optimista que intenta hacer llegar el gobierno porque el campo de análisis sigue estando estrechado artificialmente: incluyan indicadores sociales fiables, solventes, y entonces podremos empezar a hablar de la salida de la crisis. 


Era cuestión de tiempo que los principales grupos de poder en el Archipiélago se apuntaran al economicismo de moda a nivel nacional, declarando la salida de la recesión también en Canarias. Eso han hecho hace unos días las patronales provinciales de las Islas, certificando que la economía canaria crecerá en el tercer trimestre del presente año un +0,3%. Siguiendo su juego, tanto el gobierno como las propias patronales y demás agentes llevaban tiempo pregonando que Canarias iba a salir de la crisis antes que el resto del Estado español. Al final ha resultado que lo hemos hecho al mismo tiempo, durante el tercer trimestre del 2013.

Sin embargo, la teoría económica establece que una economía sale oficialmente de la recesión cuando se registran dos trimestres consecutivos de crecimiento positivo. ¿Se han registrado dos trimestres consecutivos de crecimiento en la economía canaria? Aún no. La variación intertrimestral del PIB regional en el Archipiélago fue del 0,0% para el primer trimestre de este año y de -0,1% para el segundo. Para el tercer trimestre los datos de la contabilidad trimestral de Canarias aún no han sido publicados por el ISTAC. La pregunta entonces es por qué interesa decir que Canarias ha salido de la recesión cuando técnicamente aún no se ha producido dicho efecto y cuando la propia patronal de Tenerife dice que cerraremos el año con un -0,4% de crecimiento. La respuesta hay que buscarla en la exaltación reiterada del concepto de crecimiento económico como solución divina a nuestros problemas. Ese debate contribuye a limitar el entendimiento de la problemática económica. El crecimiento económico no nos salvará de esta crisis porque hay evidencia suficiente que muestra que aunque se crezca no se crea empleo. Aunque se incremente el PIB regional no mejorarán con suficiencia ni los niveles de pobreza ni los de desigualdad ni los niveles de retribución del factor trabajo. Asimismo, más crecimiento económico implica mayor deterioro medioambiental, lo que en un territorio limitado como el de Canarias, que vive de sus privilegiados parajes, significará profundizar en la crisis ecológica que subyace a la económica.

Decía la economista Miren Etxezarreta en el encuentro Otra economía está en marcha, celebrado en Madrid los pasados días 15 y 16 de noviembre, que una sociedad no debería permitir ningún tipo de expresión de pobreza o desigualdad. Las ansias de contabilizar estos fenómenos son aceptables pero una sociedad sana y digna no debería admitir por principios ni un solo individuo con carencia de recursos, poniendo los medios para mitigar con celeridad este tipo de situaciones.

El anuncio de la salida de la recesión por parte de las patronales canarias se produce al mismo tiempo de la publicación, por parte del INE, de su Encuesta de Condiciones de Vida para 2012. En ese informe se indica que el nivel de pobreza en las Islas continúa en un porcentaje elevadísimo, un 33,2%, nada menos que 11 puntos por encima del indicador medio español. Pero hay otros datos que muestran que la situación económica de las familias canarias continúa deteriorándose; Canarias es la región española con mayor número de hogares sin capacidad para hacer frente a imprevistos (65,1% del total); el ingreso medio de los canarios se ha reducido un 7,66%, la tercera región española con un indicador tan bajo; el 54,8% de las familias canarias no tienen capacidad para irse una semana de vacaciones fuera de casa, la cuarta tasa más alta de España; el 15,1% de los hogares isleños reconocen que se retrasan con frecuencia en el pago de las obligaciones que implica la vivienda, la tercera región con el indicador más alto.

Recordemos, además, que el indicador de desempleo de la EPA, correspondiente al tercer trimestre, mostraba que durante la mejor época para crear empleo, se perdieron nada menos que 22.000 puestos de trabajo en el Archipiélago. La mayor subida de todo el territorio nacional. Y eso en un año donde el sector turístico, presuntamente el sector con mayor capacidad para absorber el déficit de empleo, se comporta como nunca. La propia patronal tinerfeña augura que en el último trimestre del presente año se batirán todos los récords de llegada de turistas. 

En este contexto, decir que hemos dejado atrás la recesión es un debate estéril para el ciudadano. Salvo que queramos continuar jugando a las estadísticas y glorificar incrementos imperceptibles de un indicador con muchas limitaciones como es el PIB, que representa muy poco la situación real de los canarios y contribuye a ocultar la acumulación de riqueza de los principales grupos sociales con mayor poder en las Islas.

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