viernes, 31 de mayo de 2013

Entre las ruinas oficiales del Día de Canarias


…en estas islas hay un Gobierno, unas instituciones, unos agentes económicos y sociales y muchísimos colectivos plenamente conscientes de la dimensión de los problemas. 


En al año 2009, el actual presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, lanzó un mensaje esperanzador a la ciudadanía canaria. Dijo que el archipiélago sería la primera comunidad autónoma que saldría de la crisis cuando los vientos de la recuperación económica regresaran. El presidente justificó su afirmación argumentando (es un decir) que Canarias entró en crisis en primer lugar que el resto de España, y por tanto se tomaron medidas paliativas antes que en el resto del territorio nacional. 

En su arenga de hace más de 4 años el presidente apeló al sacrificio, la constancia, el trabajo, la unidad y el diálogo de toda la sociedad. Nada diferente de lo que ocurría en el resto de España. Un discurso socializador de las responsabilidades ante la crisis poblaba todos los canales de comunicación oficiales. Canarias, a pesar de padecer un gobierno autodenominado nacionalista, no iba a ser diferente. También se prolongó ese discurso, muy efectivo en el cometido de asociar la necesidad de reducir la deuda existente con la imperiosa obligación de aplicar recortes en todas las esferas de la sociedad.

Acto institucional Día de Canarias. Diario de Avisos
Ese alegato contra el crecimiento de la deuda se utilizó como un subterfugio que presuntamente nos catapultaría hacia la recuperación. Por eso Canarias aplicó la política de austeridad con fiel seguidismo a lo que se dictaba desde el gobierno central. Incluso el gobierno autonómico sacó pecho y alardeó de ser un alumno aventajado en el cumplimiento de los objetivos de déficit que con jerarquía militar se imponían desde Madrid. ¿No era una contradicción erigirse como campeón nacional en el cumplimiento de los objetivos de déficit y criticar la política de austeridad del PP?

Cuatro años después, aquel Plan Canario 2008 que pretendía ser toda una estrategia en pro del empleo zozobró estrepitosamente. Tanto, que cada año tenemos un plan, una estrategia o un nuevo programa contra el paro, dotados todos ellos de las correspondientes cifras mediáticas que prometen sacarnos del desempleo masivo y crónico. Planes que no son más que versiones de aquél, sin base suficiente para detener la hemorragia del desempleo, sin el consenso y el diálogo suficiente con todos los implicados. ¿Sirvieron de algo aquellas bonificaciones impositivas que supuestamente ayudarían a las familias con rentas inferiores a 30.000€? ¿Y las bonificaciones en impuestos como los del Patrimonio y Actos Jurídicos Documentados que iban a impulsar el consumo? ¿No entraban en contradicción con el debilitamiento de la capacidad recaudadora de la autonomía y con las posibilidades de hacer frente a la crisis desde el ámbito público? ¿Eran compatibles esas bonificaciones con la injusta subida del IGIC practicada en el 2012 por ser una medida no progresiva? ¿Dónde quedó aquella reforma del sistema educativo o aquel plan que potenciaría la Formación Profesional en las islas? ¿Y la tan cacareada diversificación tecnológica del archipiélago?

Cuatro años después, ni la deuda es la causa última de la profunda crisis que padecemos ni los recortes aplicados han afectado a todos los segmentos de la sociedad de forma proporcional, porque se han aplicado de forma antidemocrática sobre las capas más vulnerables de la sociedad, ni el discurso ideológico de la austeridad ha solucionado nada.

¿Se puede salir del atolladero en el que está Canarias sin un cambio serio, consensuado y dialogado, a medio y largo plazo, en el modelo productivo que caracteriza su economía? ¿Puede avanzar Canarias hacia la recuperación sin reducir los privilegios que tienen los grupos económicos más influyentes en las Islas? ¿Puede decirse que el restablecimiento de la situación en Canarias, se alcanzará sin limitar la influencia excesiva sobre el poder político que tanto cultivan y utilizan asiduamente esos grupos económicos oligárquicos? ¿No es una flagrante contradicción, y una manifiesta evidencia del nivel de autoritarismo del gobierno autonómico, que se solicite una y otra vez una reforma en la Constitución española para encajar el hecho diferencial canario, sin que se promueva una consensuada reforma del estatuto de autonomía para dar cabida a los cambios ocurridos en los diferentes planos de la sociedad canaria después de 3 décadas de autonomía? ¿De veras puede superar Canarias su crítica situación sin una honesta reforma en la ley electoral que busque mejorar la representatividad de todos sus colectivos e incorporar en el Parlamento a aquéllos que deliberadamente se han dejado fuera durante todo este tiempo? ¿Es posible que Canarias avance hacia la mejora sin el impulso de una fuerte y profunda política social que minore los índices de pobreza y desigualdad en el archipiélago? ¿Este gobierno, o cualquier otro, puede situar a Canarias en la vanguardia mundial del desarrollo medioambiental boicoteando una y otra vez las enormes posibilidades que tienen las Islas en este campo apostando una y otra vez por el obsoleto y vetusto paradigma de los combustibles fósiles?

Canarias avanza hacia la recuperación; hay razones para la esperanza dijo ayer Rivero en una nueva versión de sus declaraciones visionarias de hace cuatro años. Esta vez bajo la parafernalia del día de Canarias, la fanfarria construida ex professo en el Auditorio de Tenerife y el fracaso más absoluto de sus políticas. Por eso, el discurso de ayer no es más que otra de las bagatelas a las que nos tiene acostumbrados. En España están cambiando todo para que todo sigua igual. La élite dirigente en Canarias, económica y política, es tan inmovilista que ni siquiera ha cambiado nada. También todo sigue igual. ¡Felicidades Canarias! Tan lejos y a pesar de todo tan cerca. Cada vez más de ellos y menos nuestra.

sábado, 25 de mayo de 2013

400 ppm

  
…si las consecuencias del cambio climático consisten en el desplazamiento de las zonas habitables y de las regiones de cultivo, en el avance de los desiertos y en que haya escasez de agua por un lado e inundaciones por otro, esto afecta el equilibrio existente en el campo de tensión internacional en materia de geopolítica, de poder y de recursos políticos; y, visto de ese modo, no hay absolutamente ningún argumento que pueda refutar la idea de que en el siglo XXI el cambio climático generará un potencial de tensión mayor con un peligro considerable de llegar a soluciones violentas. 

Guerras climáticas. Harald Welzer. 2010. 

La reducción del límite de velocidad de los 120 a los 110 Km/h permitió a España reducir el consumo de combustibles. También posibilitó el ahorro de unos 450 millones de €, reducir el déficit comercial español, disminuir los accidentes de tráfico y el riesgo de perder vidas en la carretera. Esa decisión es una prueba de cargo de que es posible una política respetuosa con el medio ambiente con resultados evidentes para el bien común y la comunidad. Si la decisión funcionó, como admitió el mismo Rubalcaba, ¿por qué razón se restableció el límite de velocidad? Es evidente que falta voluntad política para tomar decisiones que respeten el medio ambiente. También es una tarea vital mitigar la influencia sobre el ejecutivo de grupos de presión como el de las energías fósiles. Cuatro meses después se restableció el límite de 120 km/h. El gobierno socialista lo justificó de forma poco decorosa y se volvió a las andadas.

En algún momento del último lustro leímos que el grado de contaminación mundial atribuible a la actividad humana había descendido. La causa, la ralentización del crecimiento económico como consecuencia de la crisis. Fue en 2009, cuando las emisiones de CO2 se redujeron. Aquel año algunas zonas de Occidente ya estaban sumidas en la crisis y ese dato se interpretó como un pequeño alivio dentro del desastre económico que comenzaba a vislumbrase. Un consuelo ingenuo. ¿Era aquel dato correcto? A posteriori habría que interpretarlo con reservas porque lo cierto es que las emisiones de gases de efecto invernadero continuaron creciendo en el 2010, 2011, y se apunta que 2012 puede alcanzar niveles récord. Lejos de existir una relación directa entre crecimiento de las emisiones de CO2 y el crecimiento económico, parece más correcto pensar que con el actual modelo económico las emisiones de gases perniciosos no se reducirán. Algunos estudios estiman que el crecimiento de las emisiones globales de CO2 superan en un 58% los niveles de referencia de 1990 que consideraba el malogrado Protocolo de Kioto.

La intensificación de los procesos basados en la quema de combustibles fósiles debido a su agotamiento puede ser una explicación. También, el empuje de los países emergentes como China, Brasil o la India puede proporcionarnos otra explicación. En estos países la crisis ha hecho menos estragos que en EE.UU, la UE o Japón y, por tanto, la voracidad del consumo de los países que han ganado poder adquisitivo han provocado que sus emisiones se hayan mantenido más o menos constantes. Además, y más importante aún, su modelo de crecimiento continúa por los mismos derroteros extractivistas que han sido práctica común en Occidente. También hay que mirar a la paradoja de Jevons o efecto rebote. Cuando se perfecciona la tecnología aumenta la eficiencia con la que se usa un recurso. Dicha eficiencia crea un efecto llamada que origina un aumento final del consumo y, por tanto, un agotamiento de recursos.

El pasado 10 de mayo la prensa publicó otro dato que apunta a que las emisiones lejos de descender continúan en aumento. La estación meteorológica situada en el volcán Mauna Loa en Hawaii, arrojó que la concentración de CO2 en la atmósfera terrestre alcanzó las 400 partes por millón de moléculas. Se trata de un centro de medición situado sobre el volcán de la isla más grande de ese archipiélago que, según lo publicado, cuenta con los suficientes datos históricos como para otorgar relevancia científica al indicador. Un dato que revela, una vez más, que la protección del medio ambiente ha quedado relegada entre las prioridades políticas, cuando la situación actual invita a reconducir un modelo de crecimiento insostenible.

La gestión de la crisis se está enfocando exclusivamente hacia la resolución de los efectos más superficiales de la misma, concentrados en el ámbito económico y concretamente en el subsector financiero, desdeñando por completo los impactos que la crisis provoca en otras áreas de la sociedad, como el ámbito social o el medio ambiente. Una evidencia que muestra el interés particular de los que dirigen la gestión del presente trauma en salvar sus intereses más directos, ignorando deliberadamente otros problemas de fondo que también están en el epicentro de la crisis.

Podemos seguir como hasta ahora, con unos esquemas de pensamiento y comportamiento que nos han llevado al desastre más absoluto, o exigir una sociedad más respetuosa con el entorno, con cambios profundos en el actual estilo de vida, en los modos de consumir y de relacionarse con los otros y con el territorio. No parece que el medio natural aguante mucho más.

domingo, 12 de mayo de 2013

PGO de El Rosario; un desafuero paradigmático

  
En 2004 se comienza a proyectar el PGO de El Rosario, a partir de ese momento, nuestros terrenos comienzan a ser fruto de diversos proyectos planificados desde la corporación local. Ninguno de ellos atendió a nuestras peticiones, las cuales manifestamos claramente en las alegaciones iniciales y posteriores denuncias públicas, “mantener el uso agrícola de nuestras tierras”.


En un interesante artículo del profesor Álvarez Mora a cuenta del ingente stock de viviendas vacías en España, publicado en la imprescindible revista Papeles de relaciones ecosociales y cambio social, se argumentaba que la producción de vivienda residencial en España se desvinculó de la satisfacción de las necesidades reales de la población para seguir criterios claramente especulativos y de negocio. El instrumento que se utilizó para ello fue el Planeamiento Urbano, a través del cual se impuso el que denomina modelo urbano de la renta del suelo. Un modelo donde los encargados de la definición del planeamiento se ocupaban (legal o ilegalmente) de conseguir las recalificaciones necesarias para rentabilizar el producto suelo. El fenómeno de las viviendas vacías es, por tanto, el subproducto de este proceso concreto de construcción de la ciudad, que aparta la satisfacción de las necesidades humanas de cobijo para abrazar el más puro interés crematístico.

Al objeto de afrontar el fenómeno de las viviendas vacías, el autor propone un modelo de ocupación del espacio alternativo al que está en el epicentro del boom inmobiliario. Una alternativa basada, precisamente, en utilizar el Planeamiento Urbano para entronizar criterios de planificación urbana basados en la búsqueda de la compacidad frente a la dispersión, donde se reflexione dónde y cómo deben situarse las áreas de centralidad de la ciudad, donde se apueste por la continuidad espacial facilitando la rehabilitación frente a la ruptura y donde, además, se defina un nuevo estatuto jurídico del suelo que permita a la colectividad, y no solo al propietario, beneficiarse de sus potenciales revalorizaciones.

Montaña Carboneras. El Rosario. Tenerife. Foro contra la Incineración
Es imposible dejar de pensar en estos asuntos cuando vemos publicado en diferentes medios canarios dos noticias directamente relacionadas con este tema. Por un lado, la cuantificación por parte del INE de que en Canarias hay un total de 138.262 viviendas vacías en 2011, el 13,3% del total del parque residencial canario. Por otro lado, la anulación, por parte del TSJC, del Plan General de Ordenación Urbana de El Rosario, que contempla irregularidades como la construcción de una urbanización que invade el suelo protegido de Montaña Carboneras.

En Canarias, como en muchas otras regiones de España, se continúa privilegiando un modelo de ocupación del territorio donde el principal objetivo es maximizar la renta del suelo que se deriva de un cambio en su categoría jurídica vía planeamiento. Con un agravante que ya es norma, no es la primera vez que, en Canarias, la Administración Pública, sea cual sea su nivel, se convierte en el principal agente que viola la legislación que ella misma se encarga de aprobar. Los que toman decisiones sobre planeamiento persiguen satisfacer intereses propios o el de aquéllas élites económicas que disfrutan de libre acceso al político, ejerciendo así una influencia enorme sobre el aparato público de toma de decisiones y permitiéndoles modelar las políticas públicas en su beneficio. Son estos mismos grupos económicos los que solicitan a través del político de turno, en un alarde de control sin precedentes, que se aligere la legislación autonómica por ser excesivamente intervencionista, o que demanden, sin rubor alguno, la desaparación de la COTMAC. ¡Pero si la legislación ni siquiera se cumple y se corrompe la actuacion de la Comisión de Ordenación del Territorio!

Cuando lo público es utilizado en interés propio, se produce un daño enorme a las instituciones democráticas; se deslegitima su actuación y se dejan de lado la resolución de otros aspectos como la mencionada problemática de las viviendas vacías, el respeto a la protección ambiental del territorio, o simplemente la ordenación urbana del espacio conforme a criterios democráticos.

¿Cómo es posible que el PGO de El Rosario contemple una urbanización de 30 viviendas en un espacio catalogado como Área de Regulación Homogénea por el Plan Insular de Ordenación de Tenerife (PIOT) y, por tanto, protegida porque prohibe la edificación en barrancos y pendientes? ¿Cómo es posible que ni la Dirección General de Urbanismo, ni la COTMAC, ni el Cabildo de Tenerife, pusieran reparos a tal PGO, aún cuando ni siquiera había sido sometido a una evaluación ambiental estratégica, y cuando cada una de estas instituciones estaban controladas por formaciones políticas contrarias al equipo de gobierno que comandaba el municipio de El Rosario? ¿Cómo es posible que se aprobara cuando el actual regidor socialista, Macario Benítez, posee importantes propiedades en la zona? ¿Cómo es posible que ningún concejal de los que configuran el Ayuntamiento de ese municipio de Tenerife levantara la mano advirtiendo del conflicto de intereses evidente y de la ilegalidad que se estaba cometiendo?

La tramitación del PGO del municipio tinerfeño de El Rosario es otra alcaldada más que lleva mucho tiempo convertida en norma en el archipiélago. Las tropelías que se cometen desde los poderes públicos en Canarias obligan, cada vez con mayor evidencia, a que la ciudadanía denuncie cada uno de estos abusos y exija participación activa en los asuntos que les afectan. Desde aquí, felicidades a los hermanos González Gil y todos aquellos que les han apoyado. Su tesón y su continua lucha por la Democracia nos hace más fuertes a todos.

jueves, 2 de mayo de 2013

¿Huelga general en Canarias? Mejor más unidad ciudadana


Respetamos profundamente al colectivo sindical. Nos parece que han sido un agente del cambio esencial en la sociedad de gran parte de los pasados siglos XIX y XX. Una sociedad sin un movimiento obrero y sindical fuerte daría como resultado un modo de organización social con unas condiciones laborales que lesionarían los intereses de los trabajadores y, por tanto, una sociedad más desigualitaria, desequilibrada y con menor grado de bienestar. Los sindicatos como organizaciones sociales deben continuar jugando un importante papel decisor en la configuración de esta sociedad y también de la que viene.

Ahora bien, esto no es óbice para que reconsideren su posición en el contexto actual y reflexionen profundamente sobre su creciente deslegitimación, una de las consecuencias de la presente coyuntura que se ha convenido en llamar crisis pero que es una clara estafa que ya dura más de 5 años. Una deslegitimación resultado de su falta de cintura a la hora de abordar el creciente deterioro del mercado laboral cuando estalló en España el boom inmobiliario, en marzo de 2008. Su conservadurismo extremo, sus estructuras jerárquicas anquilosadas y poco proclives al cambio o su autoproclamación, en numerosas ocasiones, como los verdaderos y únicos defensores de una sedicente izquierda política que de forma subrepticia (y no tanto) maniobraba en las instituciones para continuar apuntalando un sistema capitalista que lesionaba los intereses del trabajador, explican buena parte de su deslegitimación.

En ese proceso de pérdida de representatividad ha jugado un papel fundamental su falta de competencia para establecer lazos de conexión con otros agentes de la sociedad igualmente esenciales, como el colectivo de autónomos o los pequeños empresarios, damnificados, también, de un sistema económico y social absolutamente devastador y con los que se podrían crear alianzas para mejorar el bienestar de todos. El sistema es uno pero todos, en mayor o menor medida, somos sus víctimas. También ha influido su escasa capacidad para sondear nuevos paradigmas laborales como el reparto del trabajo, los nichos de empleo en el sector medioambiental, la colaboración con otros agentes para expandir empresas de tipo cooperativo, espacios económicos autogestionados o comunitarios, fuera de las estructuras capitalistas. Factores, todos ellos, de aplicación a los sindicatos canarios cuya falta de crédito se ha visto agravada, quizás, por un seguidismo acrítico hacia los sindicatos nacionales por parte de sus sucursales regionales y por la ausencia de foco en el principal problema laboral canario, el desempleo que registran sus jóvenes que supera el 70%.

En este contexto, explicado de forma muy resumida, los sindicatos canarios que integran la plataforma sindical unitaria (UGT, CC.OO, Intersindical Canaria, FSOC, STPA Canarias, STEC, COBAS, USO, Sindicato de la Elevación y Colectivo Independiente Guaguas) han convocado una huelga general contra el gobierno canario. Dos son las razones que inspiran esta convocatoria; la elevada tasa de desempleo en la región que arroja la EPA del primer trimestre de 2013 (34,27%), y el hecho de que el gobierno de Canarias tiene responsabilidades directas en el incremento de dicha tasa por tener transferidas las competencias en materia de empleo.

Que existen razones para una masiva huelga general en las islas es una perogrullada. No solo existen sobrados argumentos sino que llevan existiendo desde hace mucho, incluso antes de la presente crisis. Recordemos que la tasa de desempleo, medida según la EPA, mantiene una tendencia creciente desde el segundo trimestre del año 2007. ¡Qué felices éramos cuando la tasa de desempleo tocaba fondo en Canarias en el 9,78% de aquel trimestre de 2007! Sin embargo, los sindicatos eran conscientes del monocultivo económico que se practicaba y continúa practicándose en las islas. Un modelo económico que ha generado unas condiciones laborales basadas en salarios de los más bajos del territorio peninsular, alto grado de precarización y temporalidad, una economía sumergida creciente y una oligarquía empresarial captadora de rentas, poco innovadora, con una influencia excesiva sobre la clase política y que conspira continuamente para reducir los espacios de competencia en sus mercados, además de pretender transformar sus intereses particulares en interés general de todos los canarios.

Con franqueza, cuando hemos escuchado esta convocatoria, que sin duda apoyaremos porque creemos en la movilización, nos ha entrado un enorme sentimiento de desazón. ¿No resulta un tanto extemporánea esta convocatoria? ¿Por qué ahora y no hace 3 años, o incluso hace 5? Ni siquiera han sido capaces de proponer una fecha concreta y clara. Incluso, después de anunciar la convocatoria han rebajado sus expectativas diciendo que la huelga general en Canarias es solo una posibilidad. ¿Estaban midiendo sus fuerzas con motivo del 1º de Mayo? Por favor, no estamos para juegos, Canarias está en una situación de emergencia social.

Después de varias huelgas generales en España ¿Han logrado evitar los sindicatos la imposición por parte de este gobierno y del anterior de una legislación laboral extremadamente beligerante con los intereses de los trabajadores? ¿De verdad consideran los sindicatos canarios que con más del 34% de desempleo en el archipiélago, piensan obtener un seguimiento masivo en un escenario donde la gente tiene miedo de perder su única fuente de ingresos?

Las huelgas son necesarias pero dudamos de su efectividad en un contexto social donde la relación de fuerzas ha cambiado ostensiblemente. Es más necesario que nunca sondear otras vías de movilización. El 15M, la PAH, las mareas ciudadanas en favor de una sanidad y educación pública, nos están dando pistas por dónde deberían progresar las iniciativas de movilización. El movimiento ecologista canario ha sido, también, una inspiradora fuente de protesta. Pero sobre todo, lo que falta es una potente unidad ciudadana capaz de trasladar sus demandas al ámbito político. Hoy en día, después de más de un lustro de estafa, cuando existe una élite concreta que utiliza las instituciones en beneficio propio, es más urgente que nunca articular un potente movimiento ciudadano que aglutine a todos los damnificados de esta crisis. Sin partidismos, sin personalismos, sin protagonismos. Un movimiento capaz de integrar a todas las sensibilidades. Esto ya no va de izquierdas o de derechas sino de profundizar en la Democracia. ¿Hay alguien, de izquierdas o de derechas, que no esté contra la profunda corrupción que asola las instituciones, que no considere que rescatar el sector bancario sin contrapartidas y sin que fluya el crédito va contra la sociedad, que no apruebe potenciar una economía innovadora e igualitaria, que no se proporcione oportunidades para los jóvenes, que los políticos no representen a sus electores por encima de todo? Canarias no es diferente.