martes, 21 de febrero de 2012

Claves para una visión crítica de Canarias (2)

   
6. Monocultivo productivo:
Durante la década de los 60 se produce en Canarias la última transformación en su modelo de desarrollo económico. De una economía basada en la agricultura de medianías, se migra a un modelo de desarrollo que desplaza su centro de gravedad al litoral y donde el turismo de masas se convierte en la actividad clave e impulsora de su economía. El nuevo paradigma productivo tiene un impacto brutal en el territorio y en el paisaje, cambiando por completo su fisonomía, degradándolo irreversiblemente, intensificando el consumo energético e incrementando la dependencia respecto de los combustibles fósiles. Se suceden las promociones inmobiliarias sin orden ni concierto por todo el litoral canario, en muchos casos violando la ley de costas. También las infraestructuras viarias necesarias para facilitar los accesos. Un proceso masivo que progresivamente sustituye la agricultura por el hormigón, a medida que la burbuja inmobiliaria posibilitaba rentabilizar (y agotar) los recursos, agua y suelo, de forma más ventajosa. También mayores beneficios en un plazo récord para el nuevo centro de poder, el complejo inmobiliario-construcción-banca. Como en muchas zonas del territorio nacional, lejos de parar para debatir y pensar democráticamente otros modelos productivos para las islas, se optó por huir hacia delante incluso por encima de tímidos intentos de limitar el crecimiento de más camas turísticas (moratoria turística). Se introdujo más suelo en la rueda de la acumulación capitalista aunque figuraran legalmente protegidos cambiando la ley o saltándosela descaradamente. En un territorio limitado como Canarias el resultado ha sido fatal para garantizar unos mínimos estándares de vida sostenibles. Se ha ignorado potenciar otras actividades que puedan ser una alternativa al monocultivo del turismo masivo y dentro de este el de sol y playa. Se ha desdeñado irresponsablemente potenciar el sector de las renovables con evidentes potencialidades para crear empleo de calidad y sobre el que se podría apoyar un modelo productivo sostenible para las islas. Se han desatendido las medianías donde se puede trabajar para la recuperación de los montes al tiempo que se fomenta su vinculación con un turismo rural, responsable y de calidad, etc.

7. Dependencia de la energía fósil:
Canarias podría ahorrarse cerca de 330 millones de euros al año si se invirtieran esfuerzos en crear las instalaciones eólicas y fotovoltaicas previstas en el Plan Energético de Canarias (PECAN) según la Asociación Canaria de Energías Renovables. No solo eso, también se abriría la posibilidad de crear nuevos nichos de empleo, además de colocar a la comunidad en la vanguardia mundial de un sector que será nuestro futuro si queremos perdurar cambiando nuestra forma de habitar el planeta. No parece difícil potenciar las energías limpias en Canarias con el régimen de sol y viento que disfrutamos. Una ventaja competitiva que permite producir energía limpia en Canarias de forma más barata que en otras zonas peor dotadas desde el punto de vista eólico y solar. El PECAN establece producir un 30% de la energía por medio de procedimientos limpios para 2015. En 2011 el 4% de la energía producida en Canarias procedía del viento y menos del 3% del sol. Un exiguo 7% muy alejado de la media española que está en un 18% y a años luz del objetivo previsto por el PECAN. Lo que demuestran estas cifras es que las administraciones competentes no han hecho correctamente su trabajo. La consecuencia más inmediata es que Canarias seguirá dependiendo peligrosamente del petróleo. Una dependencia con riesgos importantes para la economía, la biodiversidad y el medio ambiente. Inexplicablemente se camina por la senda de profundizar la dependencia; se apuesta por autorizar prospecciones petrolíferas en aguas Canarias, desbloquear la introducción del gas en las islas y eliminar las primas a las renovables. El lobby de la energía fósil presenta una salud envidiable y los responsables políticos que lo permiten una irresponsabilidad poco democrática.

En Gran Canaria se instalarán plantas solares en aparcamientos
8. Insostenibilidad:
Dice el Observatorio de la Sostenibilidad en España (Informe 2011. Pág. 17) que la sociedad no conseguirá solucionar grandes problemas ambientales y socioeconómicos sino es a través de políticas complejas, integradas y multidimensionales que tengan en cuenta, a la vez, las implicaciones sociales, económicas, ecológicas, culturales e institucionales. No parece que las políticas que se adoptan en Canarias responda a ninguno de estos criterios. Al contrario se han puesto en práctica políticas cuyas implicaciones en cada uno de esos ámbitos se han ignorado porque no hay una planificación a largo plazo que tengan en cuenta las diferentes dimensiones de un territorio frágil, limitado y excesivamente castigado. La existencia de un modelo productivo como el actual, altamente dependiente de los combustibles fósiles, donde la presencia de la energía limpia se obstaculiza, donde no se duda en llenar el paisaje de hormigón, donde las leyes de conservación medioambiental no se respetan, donde el transporte privado es el principal modo de desplazamiento en un territorio limitado, etc, configuran un panorama insostenible que convierte a las islas en un territorio vulnerable ante el futuro de escasez energética que está previsto. En el año 2010, expertos en urbanismo y arquitectura lo dijeron bien claro; hacen falta 10 archipiélagos como el nuestro para sostener el ritmo actual de crecimiento. Lo que significa que hacen falta 10 Canarias como las actuales para producir los recursos que generamos y para asimilar los residuos que provocamos. Respetar los procesos que son ecológicos y sostenibles es la auténtica y única alternativa real y posible para superar una crisis sistémica como la actual. El indicador de huella ecológica para el caso de Canarias es una más de las señales de agotamiento que tiene el modo de producción aplicado.

9. Ausencia de pluralidad:
¿Existe en Canarias alguna diferencia en la calidad de la información emitida por los medios de comunicación masivos, ya sean estos escritos, televisivos o radiofónicos? ¿Es posible adquirir una visión de la realidad canaria razonablemente objetiva, crítica e independiente al consultar alguno de los periódicos canarios, tipo Diario de Avisos o La Provincia, o al sintonizar alguno de los informativos que se emiten por televisión y radio? En absoluto. Lo que se recibe es una gran dosis de parcialidad hacia planteamientos conservadores, muchas alabanzas a los poderes públicos y enormes concesiones a los poderes económicos que financian a estos medios, contribuyendo a crear una ficción que favorece el adormecimiento y el engaño del espectador/lector. Una anomalía que explicaría en parte la extendida indolencia social de parte de la población canaria. Una opinión pública independiente demanda unos medios de comunicación plurales y éstos contribuyen a configurar una opinión pública informada y crítica en un círculo virtuoso que configuraría una Sociedad Civil robusta. No es el caso de Canarias. La homogeneidad ideológica de los mass media isleños es clara en muchos de los temas que afectan de primera mano la vida de la ciudadanía canaria. Se soslayan o ignoran, deliberadamente, muchas voces críticas que aportarían una visión diferente y enriquecedora de esos temas controvertidos. ¿Ha sido correcta la cobertura informativa del caso Las Teresitas? ¿Es plural el tratamiento que se da en los medios canarios a la problemática energética? ¿Gozan del mismo espacio mediático las voces conservacionistas y ambientalistas (no digo ya las ecologistas) respecto de aquellas más vinculadas al establishment canario? Una homogeneidad ideológica rota, solo en parte, en la red. La incorporación de algunas cabeceras de medios digitales, la proliferación de blogs y bitácoras particulares, o también de portales vinculados a movimientos ciudadanos, han venido a proporcionar una visión fresca, alternativa, nueva y con mayor independencia de la realidad canaria, desempeñando mejor la función de informar por cuanto son espacios sin intereses económicos o partidistas. Les mueve el derecho cívico de informar, de cuestionar y de denunciar la acción político-económica. Un comportamiento que está en el origen de aquel Periodismo (así, con mayúsculas) que existía para denunciar las injusticias y desempeñar una función social de contrapoder. ¿Existe este tipo de Periodismo en Canarias?

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