sábado, 14 de mayo de 2011

Indignación

A los convocantes de la manifestación por una ¡Democracia real YA!

Crear es resistir, resistir es crear
¡Indignaos!. Stéphane Hessel. 2010 
StéphaneStéphane Hessel Hl
La ciudadanía se indignó, recuperó su conciencia de clase, su capacidad de reivindicación y exigió implicación política directa. Se crearon nuevos cauces de participación política que provocó más debate que articuló nuevas ideas que cristalizaron en nuevas leyes que fomentaron mayor participación en un círculo virtuoso. La pluralidad inundó el Parlamento y se confinó el tripartidismo. La transparencia se instauró como valor político de vanguardia y la responsabilidad regresó para ser asumida. A cambio, la corrupción, el delito y las injusticias tendieron a desaparecer. Ningún cargo público se atrevió a poner la mano en la caja, salía caro porque la justicia ocupó su independencia y su capacidad de sanción real. La política recuperó sus valores máximos, la búsqueda del bien común, la responsabilidad para gestionar lo público, se rescató la ética…

La igualdad se convirtió en el motor del progreso y su consecuencia fue más libertad. Se recuperó el concepto de lo público, también el de comunidad. Las desigualdades comenzaron a ser más pequeñas y menos acuciantes y la pobreza, el gran producto del capitalismo, comenzó a ser superada porque hubo voluntad política para solucionarla. Las predicciones económicas apocalípticas no se cumplieron, el desempleo invirtió su tendencia creciente y la gente recuperó la confianza, la sonrisa y los planes de futuro. La generación perdida se encontró y creó nuevas posibilidades de seguir avanzando para sustentar a esa otra generación, más antigua, que en otro tiempo le dio alas. El bienestar creció porque se entendió la diferencia entre valor y precio. Se privilegió la cooperación frente a la competencia y el interés general logró abrirse paso ante tanto interés particular que en el pasado había hecho su agosto con impunidad.

La cultura se hizo universal porque se dedicaron recursos a la educación pública, la gente adquirió más conocimientos y fue capaz de afrontar con mayores garantías las dificultades de la vida. La familia, los diferentes tipos de familia, se fortalecieron, se respetaron y al cuidarse el sentido de comunidad, progresaron juntas.

La biodiversidad volvió a cultivarse en la naturaleza y nuevas especies se descubrieron y se les dejó espacio para convivir con las demás. El verde comenzó a repoblar el cemento y los espacios grises. Se impusieron límites y la autocontención fue un valor general que se comenzó a practicar y a enseñar en la nueva educación pública universal como base fundamental para cuidar el entorno que recibirían los de más adelante. Los combustibles fósiles dejaron de quemarse, el cielo se hizo más azul y como resultado también el mar. La energía siguió fluyendo pero con carácter renovable y los lobbys pasaron a formar parte de los agentes anacrónicos de la nueva sociedad. La felicidad se extendió y el mundo vivió en paz. Todo por la indignación y la resistencia. Ambas crearon un mundo nuevo.

2 comentarios:

  1. La ciudadanía se indignó, recuperó su conciencia de clase y exigió implicación política, un cambio en el actual sistema democrático. Dijo que el sistema representativo estaba obsoleto y enfermo. No garantizaba la pluralidad. Pero la derecha dijo que el actual sistema ya era muy democrático y la izquierda dijo que los ciudadanos tenían razón, que había que cambiar muchas cosas, por tanto tenían que votarles. Las juntas electorales dijeron que las concentraciones eran ilegales porque alentaban el voto responsable. Los medios de comunicación tergiversaron la realidad. La derecha ganó las elecciones a través de un sistema representativo con más de un 35% de abstención y barrieron de un plumazo a la izquierda. Luego dijeron que lo de reformar el sistema democrático no era posible porque este era el mejor sistema posible.

    Las distopías están más cerca de la realidad......

    ResponderEliminar
  2. Ja!! Muy agudo. Gracias por tu comentario.

    Tienes razón, ahí están las grandes distopías de la literatura, 1984, Un mundo feliz.... o cinematográficas como Blade Runner. Este movimiento que acaba de nacer y que a mi juicio es heredero de otras reivindicaciones abre una fresca vía de resistencia. Llevado de forma adecuada puede cristalizar en un auténtico frente que renueve esta política que nos ha tocado padecer y esta economía injusta. Ojalá así sea. Lo veremos en el medio plazo

    ResponderEliminar