jueves, 28 de octubre de 2010

Un millón adicional de turistas: ¿Es posible?

  
En Canarias, donde el territorio es uno de sus grandes valores ambientales y sociales, no hemos dudado ni un momento en apropiarnos del mismo desde un punto de vista crematístico. Necesitaríamos diez Canarias para sostener el ritmo de crecimiento actual en el tiempo (Canarias, ''a la cabeza de la corruptela ambiental''. Canarias Ahora. 15.10.10). Indicador poco halagüeño del futuro que nos espera si continuamos con el actual modelo de desarrollo que se impulsa en las islas. Un modelo de desarrollo auspiciado por las instituciones que conforman la sociedad canaria. Y el Gobierno de Canarias no es una excepción al patrocinar una gran cantidad de medidas orientadas en esa línea desarrollista. La denominada Moratoria turística o la Ley de Medidas Urgentes han colaborado de forma denodada en el proceso de proporcionar valor económico al territorio como paso previo para la creación de empleo.

La última prueba de ello son las declaraciones del máximo mandatario canario. En respuesta a la pregunta realizada por su propio compañero de partido, José Miguel Barragán, en la sesión de control al gobierno en el Parlamento regional, el presidente del Gobierno de Canarias se ha marcado como objetivo crear entre 25.000 y 35.000 nuevos puestos de trabajo en 2011. (La llegada de un millón de turistas "generará hasta 35.000 empleos. Diario de Avisos. 07.10.10). Para ello será necesario según el propio Rivero, atraer a 1 millón de turistas adicionales en la próxima temporada. Todo un canto a la cultura de la contención que deberíamos potenciar. Ante este planteamiento nos hacemos una serie de preguntas seguidas de algunas reflexiones.

Pregunta 1. ¿Puede el territorio canario asumir un plus adicional de un millón de turistas?. A nuestro juicio, no. Los indicadores ambientales en las islas son muy elocuentes y muestran que la capacidad de carga del territorio se ha superado con creces. La desaparición acelerada de terrenos agrícolas, la contaminación de los acuíferos y la escasez del agua, los elevados niveles de polución que se registran en las principales zonas metropolitanas, el desgaste que sufren nuestras costas, la pérdida de la biodiversidad en determinadas zonas, etc, son algunos de los elementos que invitan a pensar que un incremento de un millón de turistas, lejos de traer bienestar profundizaría la ruina ambiental de Canarias. Una pequeña muestra, aunque representativa, es el desgaste que ya se ha producido en algunas zonas del territorio. (El Roque de los Muchachos pierde 30 centímetros en tres años por las visitas. El Día. 11.10.10)

Pregunta 2. ¿La evolución de los flujos turísticos en Canarias avala la llegada de 1 millón de turistas en solo un año? Según el ISTAC, en el periodo 2001-08 el promedio anual de turistas extranjeros que llegaron a Canarias ascendió hasta los 9,7 millones. En esos 8 años el periodo en el que más turistas recibió la comunidad canaria fue el 2001 con 10,2 millones de turistas. Lo que muestran las cifras de esa serie es que hasta el 2008 se experimenta un leve descenso hasta los 9,3 millones y es en el 2006 cuando llegan a las islas solo 164.852 turistas más que en el año anterior, el incremento anual más significativo de toda la serie. A estos datos habría que sumarle el flujo de turistas nacionales para tener una visión completa pero no hemos podido encontrar una fuente fiable para el mismo periodo temporal. En cualquier caso los datos del ISTAC para los últimos 12 meses nos indican que el turismo de procedencia nacional supone sumar aproximadamente un 18% anual a las cifras anteriores. Estos datos nos podrían estar mostrando que el techo de recepción de turistas está situado cerca de los 12 millones. Por tanto, atraer un millón de turistas no solo no ha sido posible en los últimos 8 años sino que dicha cifra parece ser un objetivo imposible de alcanzar y totalmente irreal. Un objetivo más propio de economías que comienzan a explotar el turismo masivo de sol y playa que de economías que llevan ya un periodo de tiempo en el sector, el caso de Canarias. Incrementar esa cifra implicaría invertir en más infraestructura turística lo que toparía con los límites del territorio. Ya no se puede asumir más número de turistas. Podemos avanzar en calidad (y es deseable) pero no en cantidad.

Pregunta 3. Si aceptamos que es posible atraer un millón de turistas adicionales en solo un año ¿Se generarán entre 25.000 y 35.000 puestos de trabajo? Es difícil saberlo. Ciertamente un millón de turistas adicionales provocaría un efecto multiplicador importante en la maquinaria económica canaria, pero la creación de tal cantidad de nuevos puestos de trabajo no solo depende de este factor. El consumo turístico producido por el flujo de turistas será un factor importante. También el tipo de servicios que demande ese turismo que visita las islas. Echando un vistazo a las cifras, no siempre se cumple la ecuación a mayor número de turistas más empleo se genera. Según el documento “2008 ESTUDIO DEL IMPACTO ECONÓMICO DEL TURISMO SOBRE LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO DE LAS ISLAS CANARIAS”, un estudio patrocinado por la Consejería de turismo del Gobierno de Canarias, el año que más empleo se creó en el sector turístico fue el 2007 con 320.000 puestos de trabajo. Un año en el que, según el ISTAC visitaron Canarias 571.891 pasajeros totales menos que en el 2006. Por tanto, la creación de nuevos puestos de trabajo no solo depende de la cantidad de turistas que acuden a las islas. La calidad y el tipo de los servicios ofertados, el tipo de turista que acude a Canarias, la situación de la economía mundial, etc, son factores que habría que considerar para estimar una cifra de empleo realista.

En un territorio limitado y duramente castigado, parece más sensato que continuar profundizando en un turismo de tipo expansivo y cuantitativo, fomentar iniciativas turísticas de tipo cualitativo que doten al actual sector turístico de mayores niveles de calidad. Un turismo de calidad siempre dejará mayores rentas y exigirá un empleo cualificado. En esta línea irían las iniciativas dedicadas a recuperar y renovar una planta hotelera de más de 25 años, en muchos casos obsoleta. Estas iniciativas emplean trabajo y además cualificado, no deberíamos desdeñarlas. Hay un gran nicho de creación de empleo en las dinámicas de renovación, regeneración y rehabilitación de equipamientos, desde hoteles hasta espacios públicos.

El presidente del gobierno de Canarias y su consejera de turismo parecen apuntar a esta línea de trabajo cuando en el estudio mencionado anteriormente firman una carta de presentación donde indican que:

"…el principal reto estructural al que se enfrenta el sector es la revalorización de parte de su oferta para adaptarse a los gustos y preferencias de un consumidor cada día mejor informado, más exigente y con mayores alternativas, aparejadas a la creciente competencia global. De ahí que la futura prosperidad turística sostenible de Canarias, se dirime hoy en la renovación integral de destinos pioneros, la incorporación de nuevos atributos diferenciales más asociados al disfrute de experiencias únicas y una apuesta por el talento como palancas para asegurarse su continuado atractivo y la mejor adecuación a los nuevos tiempos."

Y, en tanto que redundará en los niveles de calidad del sector, urge además una planificación del turismo que tenga en cuenta el volumen de residuos que genera, la cantidad de recursos que consume y la capacidad de carga del territorio para absorber esos residuos y reponer los recursos agotados por parte del flujo turístico. Desconocemos si el ejecutivo cuenta con un estudio al respecto. Si lo hay, parece quedar en un segundo plano con afirmaciones del Presidente del Gobierno de Canarias como la mencionada, que muestra muy a las claras el tipo de turismo por el que se apuesta y el modelo económico que continúa apuntalándose con evidente menoscabo del territorio, principal valor y factor de atracción turístico.

Por tanto, volvemos a detectar, entre la clase política canaria, ese doble discurso en el que por un lado están las palabras y las soflamas y por otro las iniciativas reales que nada o poco tienen que ver con aquéllas. Las instituciones de estas islas y demás agentes con proyección mediática ya sean estos públicos o privados, deberían superar esa tendencia a proclamar con evidente gratuidad el número de puestos de trabajo que ésta u otra política generarían. Echamos de menos un tratamiento más serio de estas cuestiones aportando argumentos de peso que apoyen estas afirmaciones.

Es la política de titulares que se estila entre la clase política canaria en una sociedad altamente mediatizada que da juego a discursos políticos de este tipo, vacíos de contenido y dirigidos a ocupar las primeras planas de la prensa. Se cotizan muy alto las expectativas positivas de futuro en un momento crítico donde se necesita crear esperanza en la recuperación económica. Pero la falta de un relato político creíble que conecte con la ciudadanía para crear una sólida esperanza en la recuperación, es la mayor debilidad que tiene la actual política desarrollada por los partidos en el gobierno que nuevamente han vuelto a escenificar una ruptura del pacto.

Foto 1: El Médano, Tenerife.
Foto 2: El Teide, en el Parque Nacional de Las Cañadas, el parque más visitado de España

2 comentarios:

  1. La cuestión de la rehabilitación de la planta alojativa obsoleta es algo que claramente es necesario. Lo que ocurre es que se ha convertido en un slogan más, con el que nos entretiene la clase política mientras se deja pasar el tiempo.
    Lo cierto es que no se está haciendo nada realmente significativo en este campo.
    Pero lo más grave sería que una iniciativa en este sentido se colonizará por aquellos que pretenden simplemente demoler para volver a construir nuevas infraestructuras.
    La experiencia en el sector residencial es que lo que se hace a continuación es bastante peor que lo que ya existía previamente. Y como muestra podemos ver lo que ha ocurrido con las principales ciudades canarias, en las que muestras muy interesantes de arquitecturas heredadas han sido arrasadas para dar paso a construcciones de muy baja calidad y altísima rentabilidad.
    El principal problema de todo este tipo de cuestiones es la falta de objetivos y de voluntad colectiva. La puesta en marcha de acciones de este tipo sin un criterio claro hace que sean pasto de ventajistas y de especuladores de todo tipo.
    Si hacemos esto en los destinos turísticos que tenemos, el suicidio está garantizado.
    Hay que buscar los mecanismos para que se pueda y se haga esa rehabilitación hotelera primando parámetros de calidad claramente contrastados y asumidos colectivamente.

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  2. Gracias por tu comentario Federico.

    Coincido contigo en que la cuestión de la rehabilitación se ha convertido en un eslogan político muy socorrido por la actual clase política. También en una excusa para que muchos continúen demoliendo y haciendo la ciudad que a ellos les interesa.

    En el Libro Blanco sobre la Sostenibilidad se indica que: “Sería imprescindible evitar también que la rehabilitación, cuando se aborde, tienda a imitar las formas y patrones de la ciudad de nueva construcción, que habitualmente se desarrolla segregando barrios o convirtiéndose en monocultivos de determinadas clases sociales”.

    Soy escéptico sobre que la clase política actual opte por esta vía de forma voluntaria como modo de construir un turismo más responsable. Desgraciadamente la actual clase política, muy alejada de su concepto griego, no es neutral. Hay grupos económicos que financian a los partidos políticos y eso se detecta en la construcción de un tipo de ciudad sesgada.

    Por esta razón creo que solo el empuje de una Sociedad Civil activa y reivindicativa permitirá reorientar la agenda política en un sentido más justo. Y es aquí donde habrá que buscar esos mecanismos contrastados y consensuados que hagan posible la cuestión de la rehabilitación tanto a nivel urbano como al nivel del sector turístico.

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